Café Tribunero Viernes 7 de Febrero de 2025

Muy buenos días, amigos tribuneros, en este viernes, día 7 de febrero de 2025.
No se me pasa, no se me pasa el calentón de lo de anoche,
por muchas cosas, por muchas circunstancias que vi anoche en Mestalla
y que ni me representan, ni las entiendo, ni las comparto, ni las respeto.
Lo siento, pero algunas ya no las respeto.
Ver al Valencia entregado durante toda la semana
y tirando la Copa del Rey, que es lo que ha pasado desde dentro del club,
solo te podía llevar a lo que ocurrió anoche en Mestalla.
Hacer el ridículo uno más y arrastrar el escudo una vez más.
Pero todo gratis, en este club todo gratis.
Se decide tirar la Copa sin ningún tipo de escrúpulos
y así ejecuta ayer el entrenador.
Yo al entrenador no lo saco de la ecuación.
El entrenador ayer hace un once que él sabe positivamente el riesgo que tiene.
Cuando tú pones a tantos futbolistas sin ritmo y sobre todo sin rendimiento,
esa palabra que utiliza tanto Corona, el peor director deportivo para mí,
no de la historia del Valencia, sino de la historia del fútbol,
porque es negligente en la gestión y negligente en su puesta en escena
para vacilarle al valencianista.
Ayer se vio esa plantilla que él no puede mejorar
siendo incapaz de hacer un partido de primera división.
Ya no hablamos ni de competir, hablamos de nivel de primera división.
Ayer se demostró esa plantilla que él dijo el martes públicamente
que es incapaz de mejorarla.
Por eso yo no saco de la ecuación al entrenador.
Hace diez días vengo escuchando peloteo importante hacia el entrenador,
halagos, intentar ponerle más méritos de los que tiene.
Para mí los dos partidos que ha ganado Carlos Corberán
no tienen mucha mano de entrenador.
Únicamente tiene la energía de haber cambiado el banquillo,
eso siempre espolea un vestuario,
y ha tenido un pelín de fortuna en dos partidos en Mestalla
que le faltó a Baraja, pero ha jugado exactamente a lo mismo que jugaba Baraja,
a la nada, a la nada más absoluta.
Pero se han sacado dos partidos que tapan las vergüenzas
de un equipo que sigue sin ser competitivo.
Y ayer el entrenador tira la copa,
y a mí eso me parece que en el Valencia debe de no pasarse por alto.
Igual que se le pasó a Javi Gracia,
igual que el año pasado a mí me pareció lamentable
que Rubén Baraja tirara la copa cuando el equipo estaba a media tabla,
igual que lo de ayer que además va todavía aderezado
por otro ridículo, otro pisotear el escudo y que aquí no pase nada.
Aquí ya hemos normalizado que se pisotee el escudo
y que aquí nunca pase nada.
Que todo esté bien y que todo sea normal y que todo nos parezca bien.
Y yo lo siento, pero yo no lo comparto.
A mí me parece que lo de ayer es otra vergüenza que el valencianista no merecía,
que se puede perder, pero que jamás puedes hacer lo que hiciste ayer en el campo.
Los halagos al entrenador, entre los halagos nos han contado las bondades
y todo lo que estudia los partidos y también lo que estudia el modelo Flick.
Esto creo que lo deberían de anotar en el club,
lo que supone halagar en exceso a alguien que todavía no ha hecho nada.
Flick, al que tenía muy estudiado Corberán, le ha hecho 12 goles, 12 en dos partidos.
Pero no solo son los 12, 12 son pocos para lo que le podría haber hecho
si el Barça pisa el acelerador en alguno de los dos partidos.
Porque en los dos partidos el Barça a mitad de partido baja el pie y juega medio gas.
Ayer en el minuto 25 otra vez el Barça vuelve a bajar el pie y no le hace sangre al Valencia.
La segunda parte es una segunda parte de tocar mucho la pelota y de tener dos o tres ocasiones,
que eso sí, si Dimitrescu no la saca hubiera sido un 0-7, un 0-8.
Eso también hay que decírselo al entrenador.
No solo hay que decirle que está muy bien o que tiene buena puesta en escena.
El entrenador ha venido aquí a entrenar al Valencia y hay que exigirle como entrenador de Valencia,
por muy valenciano que sea y por muy bien que estudie las cosas en Inglaterra.
A mí ya no me nace decirle a la gente que lo del domingo es una final.
Yo no lo veo una final, yo lo veo un partido por la salvación importante,
como dijo él, todos los que le quedan al equipo.
Pero de ayer no hay ninguna lectura positiva, lo de ayer no da para lecturas positivas.
No sumaste a un solo jugador.
Dio pena ver a futbolistas como Sergi Canos, como Hugo Guillamón, como Mouctar de Acabí,
al que es el único que salvo porque sale de una lesión, como a Pepelu.
Ayer creo que solo Sadik dio la talla.
El hombre se peleó con todo el mundo, lo intentó, pero estaba absolutamente solo.
Lo de ayer no puede pasar de puntillas, pero la afición del Valencia no está.
La afición del Valencia ayer acudió en masa 46.000 aficionados.