El calvario de la IA: procesiones, premios Nobel y armas autónomas

Muy buenos días humano, domingo de Pascua o de Resurrección, ay ia oi, bienvenido al rebaño, soy Alberto Floppy y hoy va a ser más bien un capítulo de Viacrucis, no es por gusto, la actualidad manda.

Hablaremos del CEO de DeepMind, que hace unos meses ganó el Nobel de Química, del camino está tomándole a ella, creo que nos enteramos los humanos y las consecuencias que puede tener y no parecen muy gloriosas, pero no hay problema si confiamos en la gente adecuada, el CEO de OpenAI nos lo explica y además nos cuenta cuán importante es para su empresa la seguridad y lo peculiar que es, luego está la IA que controla el ejército americano, que se ha expandido a la ONU, para la IA siempre todo es poco, pero por mucho que aceleren no se van a poner a la cabeza, porque hay una empresa que les lleva años de ventaja y además cuenta con muchas más facilidades, ChinaSL.

Oficiamos Hasabis ha jugado a todo desde niño y ha sido siempre de los mejores, empezó con el ajedrez, donde se convirtió en maestro con 13 años, pero no se quedó ahí, lo petó desde el diplomacy hasta el póker.

Con 17 años, como Max sacó un juego, Zen Park, donde simulabas gestionar un parque de atracciones, que inspiró los sim y vendió millones, fue campeón en los juegos mundiales de deportes mentales, llámalo las olimpiadas frikis, 5 veces, y porque se retiró si no llevaría cerca de 25.

Todo esto antes de decidir que quería algo más serio, como la neurociencia y la computación, donde tampoco debe ser malo, porque se ha llevado un señor Nobel este año.

Vamos a hablar de este genio y del artículo sobre él en el Time, porque nos parece muy representativo de lo que nos viene.

Ya hemos hablado de AlphaFold, una herramienta de IA capaz de predecir la estructura tridimensional de las proteínas utilizando únicamente sus secuencias de aminoácidos.

Un juego de niños, tú le das unas letras raras de aminoácidos y la IA te responde con la forma exacta en la que esa cosa se retuerce en el espacio, como si fuera un emulador 3D, pero con precisión científica.

Décadas de investigación, microscopios carísimos, doctorados, para conseguir la interacción de una proteína cada uno o dos años.

AlphaFold ha tardado 5 años en conseguir 200 millones de proteínas procedentes de un millón de especies, es decir, casi todas las proteínas conocidas en la Tierra.

Creo que algunos de los mayores problemas que enfrentamos hoy como sociedad, ya sean climáticos o de enfermedades, se verán aliviados por las soluciones de IA, dice Demis.

Me preocuparía mucho la sociedad actual si no supiera que algo tan transformador como la IA está por llegar.

La verdad es que es un tío muy positivo, porque, por supuesto, AlphaFold, con su premio Nobel, es una IA estrecha, o débil, solo sabe hacer lo suyo.

Y aquí todos están a lo mismo, a por la superinteligencia artificial.

Él todavía habla de la AGI, pero lo que le pide suena a ASI.

De cualquier forma, sin pararnos a discutir de nombres.