Description of Canción de Navidad (Charles Dickens)
Ahora que llega La Navidad es el momento de volver la vista atrás hasta una de las obras navideñas más importantes de todos los tiempos: A Christmas Carol, conocida también como Un Cuento de Navidad.Este "clásico entre los clásicos navideños", una de las más conocidas obras del genial escritor Charles Dickens, de la que se han editado numerosas ediciones ilustradas en todos los idiomas y que ha sido llevada al cine en más de una ocasión (incluyendo dibujos animados), nos narra la historia del Señor Scrooge, un avaro comerciante que odia las fiestas Navideñas, despreciando todo lo que tenga que ver con ellas.
El Señor Scrooge vive solo y amargado, haciendo la vida imposible a todos cuantos le rodean. Su falta de sentimientos y su enorme egoísmo son tales que, una noche, en vísperas de Navidad, se le aparecen tres espíritus que le muestran su pasado, su presente y su futuro.
Ver toda su vida pasar como en una película, y ser consciente de las consecuencias de sus actos, le llevan a enfrentarse consigo mismo y a convertirse en un hombre completamente distinto en este maravilloso “Cuento de Navidad”.
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El espectro de marley no cabía duda de que marley estaba bien muerto el párroco el escribano el empresario de servicios fúnebres y el que presidió el duelo firmaron el registro de su entierro además lo firmo scrooge cuyo nombre valía en la bolsa para firmar cuanto le viniera en gana el viejo marley estaba tan muerto como una piedra en aquella semejanza reside la sabiduría de nuestros antepasados y mis manos profanas no pueden rectificarlo sino el país estaría perdido scout podía afirmar con toda seguridad que marley estaba muerto pues ambos fueron socios durante muchos años él fue su único testamentario su único administrador su único apoderado su único heredero universal su único amigo y el único también que lo acompañó a su última morada hay que añadir además que los sentimientos de scouts no se resistieron tanto como para no poder realizar magníficos negocios en la misma tarde del fallecimiento de su socio y amigo y celebrar su entierro logrando una buena ganancia hay que dejar bien sentado y reafirmado que marley estaba bien muerto pues sin este requisito nada de prodigioso hallaríamos en la historia que voy a contar no sucedería lo mismo que en hamlet si no estuviéramos seguros del todo de que su padre ya era difunto mucho antes de empezar el drama nada raro ni terrorífico nos parecería cuando él se dedica a pasearse por las noches por sus propios baluartes entre vientos huracanados como podría hacerlo cualquier venerable señor al atardecer por algún lugar donde sople fuerte el viento por ejemplo el cementerio para aterrorizar la mente enferma de su hijo en la puerta de la oficina de scrooge seguía leyéndose st cruce y morley ya que él no suprimió nunca el nombre de su difunto socio y así ocurría que más de una vez algún cliente nuevo lo llamaba indistintamente scrooge o marley el respondía á los dos apellidos sin importarle mucho en cuanto a nuestro hombre me refiero a scrooge era duro y cortante como pedernal del que jamás el acero logró sacar una chispa de generoso fuego el frío de su alma heló sus viejas facciones afilando su nariz y arrugando sus mejillas en su paso blanqueó sus cabellos y puso en sus cejas y barba la escarcha de que abrigaba su corazón a pesar de ser solitario como una ostra su baja temperatura moral lo acompañaba siempre helaba su oficina en los días de sofocante calor veraniego y no se celaba ni un solo grado al llegar navidad los agentes exteriores de la naturaleza poca mella hacían scrooge ningún calor era capaz de encenderle ni ningún hielo invernal a aumentar la frialdad de su alma no existía cierzo más amargo que el mismo ni nieve más pérfida en su paso arrollador que sus propósitos la más fuerte nieve lluvia helada o ventisca sólo en una cosa podían vanagloriarse de aventajar lo en que con frecuencia se apaciguan pero scrooge jamás siempre permanecía impertérrito nunca ningún mendigo solicitó de él una limosna los niños no le interpelaban y ni hombre ni mujer le importunar con preguntas triviales hasta los perros fieles lazarillos de los ciegos lo conocían y tan pronto le divisaban apartaban a sus amos de su camino y moviendo el rabo le miraban como si quis quieren significar para tener esos ojos malos es mejor no tenerlos y ser ciego cruce era eso lo que le gustaba quería mejor aún ambicionaba con todas sus fuerzas seguir su camino por la vida sin que ninguna humana simpatía pudiera estorbarle por eso las apartaba cierto día víspera de navidad el viejo bruce estaba en su despacho muy atareado como era habitual en él el tiempo era frío y brumoso desde el asiento que ocupaba podía oír cómo los transeúntes del húmedo pasadizo tosía ni gruñían palmo tiraban y pisaban fuerte para conseguir un poco de calor en su cuerpo aterido aunque los relojes de la ciudad habían dado ya las tres la oscuridad era casi completa rojas manchas en el negruzco aire señalaban otras tantas ventanas de los despachos vecinos alumbradas por vacilantes velas la niebla se adentraba por grietas y rendijas sin ninguna consideración y era tan espesa en la calle que las casas de enfrente parecían fantasmas movedizos la puerta del despacho