Description of Capítulo 15
Orgullo y prejuicio - Capítulo 15
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Capítulo quince el señor collins no era un hombre inteligente y a las deficiencias de su naturaleza no las había ayudado nada ni su educación ni su vida social pasó la mayor parte de su vida bajo la autoridad de un padre inculto y avaro y aunque fue a la universidad solo permaneció en ella los cursos meramente necesarios adquirido ningún conocimiento verdaderamente útil la sujeción con que lo había educados su padre le había dado en principio que eran humildad su carácter pero ahora se veía contrarrestar por una vanidad obtenida gracias a su corta inteligencia a su vida retirada ya los sentimientos inherentes a una repentina e inesperada prosperidad una afortunada casualidad le había colocado bajo el patronato de ley de cacería de por cuando que todo vacante la rectoría de hans ford y su respeto al alto rango de la señora y la veneración que le inspiraba por ser su patrona unidos a un gran concepto de sí mismo a su autoridad de clérigo y a sus derechos de rector le habían convertido en una mezcla de orgullo y servilismo de presunción y modestia puesto que ahora ya poseía una buena casa y unos ingresos más que suficientes colin se estaba pensando en casarse en sus reconciliación con la familia del tambor buscaba la posibilidad de realizar su proyecto pues tenía pensado escogerá o una de las hijas en el caso de que resulta hacen tan hermosas y agradables como se decía este era su plan de enmienda o reparación por heredar las propiedades del padre plan que le parecía excelente ya que era legítimo muy apropiado a la parque muy generoso y desinteresado por su parte su plan no varió en nada al verlas el rostro encantador te jam le confirmó sus propósitos y corroboró todas sus estrictas nociones sobre la preferencia que te ve darse a las hijas mayores y así durante la primera apelada se decidió definitivamente por ella sin embargo a la mañana siguiente tuvo que hacer una alteración pues antes del desayuno no mantuvo una conversación de un cuarto de hora con la señora benet empezaron hablando de su casa parroquial lo que le llevó naturalmente a confesar sus esperanzas de que pudiera encontrar en long amor a la que había de ser señora de la misma entre complacientes sonrisas y generales estímulos la señora benet le hizo una advertencia sobre yen en cuanto a las hijas menores no era ella quien debía argumentar lo no podría contestar positivamente aunque no sabía que nadie les hubiese hecho proposiciones pero en lo referente a jack debía prevenirlo aunque al fin y al cabo era cosa que sólo a ella le incumbía de que posiblemente no tardaría en comprometerse collins solo tenía que sustituirá jane por elizabeth y espoleado por la señora benet hizo el cambio rápidamente elizabeth que seguía jaén en edad y en belleza fue la nueva candidata la señora benet serio por enterada y confiaba en que pronto tendría dos hijas casadas el hombre de quien el día antes no quería ni oír hablar se convirtió de pronto en el objeto de su más alta estimación el proyecto de lidia de ir a mérito en seguía en pie todas las hermanas menos mérida accedieron a ir con ella el señor colin si va a acompañar las a petición del señor benet que tenía ganas de deshacerse de su pariente y tener las bibliotecas solo para él pues allí le había seguido el señor collins después del desayuno y allí continuaría aparentemente ocupado con uno de los mayores folios de la colección aunque en realidad hablando sin cesar al señor benet de su casa y de su jardín de fans ford tales cosas le des componían enormemente la biblioteca era para el sitio donde sabía que podía disfrutar de su tiempo libre con tranquilidad estaba dispuesto como le dijo a elizabeth a soportar la estupidez y el engrosamiento en cualquier otra habitación de la casa pero en la biblioteca quería haberse libre de todo eso así es que empleo toda su cortesía en invitar a a acompañar a sus hijas en su paseo y collins a quien se le daba mucho mejor pasear que leer vio el cielo abierto cerró el libro y se fue y entre pomposo insulsa frases por su parte y corteses a sentimientos por la de sus primas pasó el tiempo hasta llegar a ameritan desde entonces las hermanas menores ya no le prestaron atención no tenían ojos más que para buscar oficiales por las calles ya no ser un sombrero verdaderamente elegante o una musel inah realmente nueva nada podía distraer las pero la atención de todas las camisetas fue al instante acaparado por un joven al que no habían visto antes que tenía aspecto de ser todo un caballero y que pase nada con un oficial por el lado opuesto de la calle el oficial era el señor tenía en persona cuyo regreso de londres había venido lidia averiguar y que se inclinó para saludar las al pasar todas se quedaron