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By Francisco Calzado El rayo verde
Capítulo 16. Dos disparos

Capítulo 16. Dos disparos

3/29/2024 · 15:53
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El rayo verde Episode of El rayo verde

Description of Capítulo 16. Dos disparos

En los primeros días de septiembre los expedicionarios siguen en la isla de Iona tratando de avistar el Rayo Verde. El estado del cielo parece bueno para la observación, pero finalmente se topan con un inesperado obstáculo...
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El rayo verde de julio verne capítulo dieciseis dos disparos al día siguiente y durante los primeros días de septiembre que siguieron aristóbulo sur siclos no dio señales de vida se habría marchado de yona con el barco de turistas después de haber comprendido que perdía el tiempo cortejando a la señorita campbell nadie podía decirlo en todo caso hacía bien en no aparecer ahora no era indiferencia lo que él inspiraba a la joven sino verdadera aversión a verdes poetizado su rayo a ver materializado su dueño haber cambiado la banda de una valquiria por un brutal fenómeno óptico ella era capaz de perdonárselo todo menos esto incluso los hermanos melville no fueron autorizados para ir a preguntar qué había sido de aristóbulo sus ciclos además para qué que habrían podido decirle y que esperaban ya podían pensar todavía en la unión de aquellos dos seres que sentían mutua antipatía separados por el abismo inmenso que va de la prosa vulgar a la sublime poesía el uno con su manía de reducirlo todo a fórmulas científicas y la otra no viendo más que del ideal sin embargo barrick instigado por la señora vez se enteró de que aquel joven viejo sabio como ella le llamaba no se había marchado de la isla y que permanecía aun en la misma cabaña de pescadores donde hacía sus comidas solitarias en todo caso lo importante es que se habían librado de la presencia de aristóbulo sus siclos la verdad es que este cuando no se encerraba en su cuarto ocupado en alguna alta especulación científica iba a través de las tierras bajas del litoral con el fusil al hombro y se hacía pasar el mal humor disparando contra las inofensivas gaviotas tenia esperanzas todavía creía que una vez pasado el capricho del rey verde la señorita cambell recuperaría su sensatez es muy posible dada la confianza que tenía en su personalidad pero un día le ocurrió una aventura bastante desagradable que habría podido terminar muy mal para él sin la intervención tan abnegada como inesperada de su rival era la tarde del día dos de septiembre y aristóbulo sus ciclos se había ido a estudiar las rocas que forman la punta meridional de iona una de aquellas masas graníticas atrajo más especialmente su atención y decidió subir hasta la cúspide era ciertamente imprudente intentarlo por la roca no presentaba mas que una superficie resbaladiza en la cual el pie no hallaba apoyo pero aristóbulo sus ciclos no se daba fácilmente por vencer ido y empezó a trepar por la roca agarrándose algunas matas que crecían aquí y allá llegando no sin muchos esfuerzos a la cumbre de la roca una vez allí se dedicó a su trabajo habitual de mineralogista pero cuando quiso descender tropezó con algunas dificultades en efecto después haber buscado la parte más conveniente para bajar se arriesgó a avanzar un pie pero falto de apoyo resbaló y hubiera ido a caer en medio de las olas que rompían en los escollos si no hubiera tropezado en su caída con un viejo tronco que lo retuvo aristóbulo sus ciclos se hallaba pues en una situación a la vez peligrosa y ridícula no podía subir ni bajar quedando colgado en aquella altura transcurrió una hora en la misma postura y quién sabe cuánto tiempo habría estado allí si no hubiera pasado en aquel momento olivia sinclair con sus útiles de pintor al oir los gritos se detuvo al ver a aristóbulo sur siclos colgando a treinta pies del suelo agitando piernas y brazos como a un pelele le entraron con unas enormes ganas de reír pero se abstuvo de hacerlo y pensó seguidamente en la forma de acudir en su ayuda le costó bastante trabajo ya que tuvo que subir hasta lo alto de la roca y desde allí rescatarlo volviéndole a subir para ayudarla a descender por otro lado sr sinclair dijo aristóbulo sur siclos tan pronto se halló pisando tierra firme calculé mal el ángulo de inclinación que formaba coello aparece la roca con la vertical por esto resbale y quede suspendido srur siclos contestó olivia schindler me alegra que la casualidad me haya permitido acudir en su ayuda déjeme usted darle las gracias sin embargo no vale la pena señor

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