Capítulo 22. El sabio rondeño Ibn Firnás

La verdadera riqueza de un pueblo es su historia, su cultura y su patrimonio.

Son los elementos necesarios para poder amar y valorar el pasado desde nuestro presente.

Hola a todas y a todos nuestros seguidores.

Hola Maripaz, un placer como siempre oírte.

Hola de nuevo, yo encantada de estar con todos ustedes en un nuevo podcast.

Pues iniciamos el programa de hoy, si te parece, con un científico, poeta, astrónomo y químico andalusí.

Y rondeño sobre todo, ¿eh? In Firnaz.

¿Qué podemos decir, Maripaz, de este personaje tan interesante? Bien, pues In Firnaz se trata de un sabio que vivió en la época del Emirato Omeya en Al-Ándalus y fue pionero en la aviación.

In Firnaz construye el primer planeador de transporte humano y tuvo un vuelo exitoso con él.

Por lo tanto, tiene fama de haber intentado ese primer vuelo.

Pero tenemos la suerte de tener en ronda uno de los investigadores que han indagado más en su persona y en su obra.

Es Antonio Acedo del Olmo.

Y efectivamente, en torno a In Firnaz, Acedo del Olmo ha publicado numerosas obras y ha colaborado en el documental Las alas de Córdoba.

Y para que nos cuenten todos los detalles, damos la bienvenida en nuestro podcast a Antonio Acedo del Olmo.

Un placer, Antonio, tenerte.

Encantado y muchas gracias a vosotras por poner en valor y llevar al público en general la vida y legado de personajes rondeños conocidos y desconocidos.

Gracias.

Pues sí, el sabio rondeño andalusí, Agadir Firnaz, es uno de los personajes más importantes y fascinantes de la época del Ándalus.

Nació al principio del siglo IX y residió la mayor parte de su vida en la Córdoba de los Omeyas, donde siendo muy joven se desplazó para recibir una formación sólida en las diversas áreas del saber, como la química, la física, la astronomía, matemática, filosofía, poesía, música y un largo etc.

Sus actitudes en el campo de la poesía y la música y su habilidad en la antrología le permitieron trabajar al servicio de los siguientes emires independientes, Najakán I, Atteramán II y Muhammad I.

Fue un hombre de una inteligencia excepcional, enorme capacidad de trabajo y dotado de un espíritu que recuerda a la de los genios del racionamiento italiano.

Y Firnaz fue el primero en el Ándalus en utilizar las tablas astronómicas de Zin-Zin, originaria de India, básica para el posterior desarrollo de la astronomía en Europa.

Fue el primero en desarrollar la industria del vidrio a partir del mineral, floreciendo en Córdoba dicha industria, que hasta entonces era monopolizada por Egipto.

Como curiosidad, era amigo de Siryat, un singular personaje y gran músico que huyó de Bagdad y se estableció en Córdoba.

Siryat creó el primer conservatorio de música de Occidente donde Firnaz enseñó música.

Introdujo la moda oriental, el orden de las comidas, es decir, primer plato, segundo plato y postre.

Y junto a Firnaz introdujeron el vaso de cristal para beber, en vez de los pesados vasos de la época.

Firnaz fue el primero en descifrar las complejas reglas de prosodia del filósofo al-Jalil y también construyó una fera al mirar andalusí o astrolabio esférico que representaban la posición de las estrellas, los planetas, orto y ocaso del sol, la luna.

También construyó un reloj anafórico de gran precisión llamado al-Maqata y una clésidra, que es un reloj de agua, de flujo constante, provista de autómatas.

Además construyó el primer planetario mecánico de la historia en su casa donde enseñaba astronomía y donde sin duda disfrutaría a los visitantes, por lo que se le considera el padre de los planetarios actuales.

Parte de su vida la dedicó a estudiar vuelos de las aves y elaboró diseños aeronáuticos 600 años antes que Leonardo da Vinci, realizando el primer vuelo de un ser humano basándose en sus investigaciones científicas.

Aproximadamente en el año 875, con una edad cercana a los 70, Firnase había construido unas alas de madera recubiertas de tela de seda que había adornado con plumas de rapaces.

Y desde La Ruzafa, una colina cercana a Córdoba, donde actualmente está el Parado Nacional, se lanzó, logrando planear un tiempo, aunque no se sabe con exactitud, ante el asombro de la gran multitud que lo observaba.

Pero el aterrizaje fue desastroso, fracturándose las dos piernas.

Firnase comprendió después su edad.