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By iVoox Audiolibros El umbral de las brujas 2
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Capítulo 3

Capítulo 3

6/10/2025 · 19:39
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El umbral de las brujas 2 - Capítulo 3

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Disciplina deportiva. La onda es que Sonic apalabró a Ulises y al Guapo para jugarnos todo en un partido de panbol. Cinco goles. El que gane se queda con la barda afuera de la prepa. Es una mierda, porque nosotros empezamos a dejar ahí nuestras cosas, aunque después ellos se estacionaran enfrente de sus coches y pusieran su desmadre de Julieta Venegas y Natalia Lafourcade a todo volumen. Hacemos vaca desde temprano, antes de que todo mundo se gaste el varo.

En lo que el resto de la banda entra a clase, Sonic y yo nos lanzamos por las chelas. ¿Sabes por qué dije cámara al partido? Porque eres un imbécil para darles en su madre, con todo y sus mamadas. Ulises, el Guapo y dos o tres de sus brothers juegan en el equipo representativo de la prepa. Nomás se hacen pendejos.

Pura pose para ligarse chavitas taradas. No respondo nada porque a nadie le gusta escuchar la neta de su exvieja cuando todavía anda enculado. De regreso, esos cabrones ya se apropiaron de nuestra barda. Allí están Bosh, Jordy, Carla, Britney, el Guapo. También Jesse, con pantalón hasta la cintura y ombliguera negra, abrazando a Ulises.

Vamos al otro lado de la calle y nos recargamos en un bocho. Abrimos una caguama, la tapamos con una chamarra y nos la vamos pasando. Tarolas es el primero en salir. Trae la chamarra de escargot que compró en el chopo y la expresión pacheca de siempre. Llegan también Chetos, Rebeca, Maggie y el embolias. En lo que aguantamos al resto de la banda, le damos fuego a las chelas. Cuando por fin aparece el microbio, el oreja, Sancudo y la pingüica quedan puros cadáveres. En la segunda vaca sale para otras cuatro chelas, la mayor parte cortesía de la pingüi y Rebeca. Vamos todos a comprarlas.

Ya de ahí nos lanzamos a los campos. Parece terreno baldío. Puras piedras. No hay pastito ni en los tiros de esquina. Nos instalamos en una tribuna de cemento a punto de caerse y destapamos las caguamas. Microbio saca el balón y empieza a cascarear con Chetos y el Orejas. El resto nos dedicamos a ingerir. «¿Tú crees que nos chinguen?», pregunta Rebeca. «Tiene el fleco decolorado y las chichis más grandes de toda la prepa». «Esos putos nos pelan el chile», digo, aunque no estoy tan seguro. Sonic y yo jugábamos de chavitos. Tiene rato que no le damos. Maggie y la pingüica se acuestan a tomar el sol.

Me hago a un lado para verles el peluche. «No empieces de lujurias, culero», dice Maggie.

«Chale, ni que estuvieras tan buena». Volto a platicar con Sonic, que chelea al otro lado de la banca. «¿Tú qué pedo, pinche dramas?». «Lo que más me encabrona es que me haya chingado el Voodoo Sky». Sonic compró el acetato dos meses antes, colección limitada, solo para fans. No sé cómo fue el pedo. Se lo dio a Jessie para ver si le latía y la cabrona lo mandó a la chingada y no le regresó ni madres. Dos semanas después ya andaba fajando con Ulises. «Bájale, te vas a poner bien burro», dice pingüica arrebatándome la chela y empinándose el resto de un trago.

«Todavía no empieza el partido y la puta disciplina deportiva ya me está cagando la madre». Maggie se levanta y nos hace una seña. La banda fresa llega al campo. Uniformes, mochilas, tres o cuatro balones. Parece que les robaron el Azteca. Entre Darío y Patrick cargan una hielera de Gatorade. Pinches mamilas. Sonic no contesta. Está clavado viendo a la Jessie.

Antes de entrar a la cancha hacen ejercicios de calentamiento. Jordi saca de su empaque un balón nuevecito y empieza a dominarlo. Los demás hacen círculo y se mandan pases entre ellos. Traen hasta tacos los hijos de puta. «¿Cómo vamos a jugar?», pregunta Microbio. «¿Marcación por zona? ¿Línea de tres?». «Tú ponte de portero y no estés mamando. Y por cada gol que te metan, te voy a dar una patada en el culo». Al final la alineación queda. Tarolas, el Orejas y yo en la defensa. Sonic y el Embolias de medios. Chetos y Sancudo, los que mejor la manejan, en la delantera. Sonic y Ulises van al centro de la cancha.

Perdemos el volado. Apex. Ulises pone el balón a tierra. Voltea hacia el centro.

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