El caso Fourniret: Monique Olivier, instrumento del mal

Un caso doloroso y una espera difícil para la familia. La desaparición de Isabel Laville, de 17 años, cerca de Usher, sigue sin explicación. Isabel Laville lleva un abrigo largo gris y azul oscuro, vaqueros, botas blancas y tiene el pelo largo, castaño claro. El 11 de diciembre de 1987, mi marido y yo nos acostamos en el sofá, abrimos el sofá cama, dejamos la luz de fuera encendida toda la noche y no dormimos.

Cuando oíamos un ruido, íbamos a mirar a la puerta, pero hacía frío aquella noche, mucho frío. No había hecho tanto frío en mucho tiempo. Mi hija no volvió a casa. Desapareció de la faz de la tierra, sin dejar ni rastro, nada. Fue un shock tremendo. Durante el día estaba allí y por la noche ya no estaba.

Asesinaron a nuestras hijas. Eran nuestras niñas. El asesino en serie y su acompañante.

Sin ella no habría podido hacer todo lo que hizo. Yo la culpo a ella de todo. Aquella vil mujer que tuvo hijos, pero que no tenía respeto por los hijos de los demás. La esposa de Michel Fourniret, el guardabosques francés acusado en Bélgica de secuestrar menores y conducta inapropiada, acaba de acusarle de haber asesinado a nueve chicas jóvenes.

Al menos diez muertes, casi todas con violación. Según los expertos, es el asesino en serie más prolífico de Francia. Da igual lo que le haya pasado a Estela. Tenéis que devolvernosla.

Los asesinatos del Obro de las Ardenas y su mujer han horrorizado a toda Europa. Se han encontrado en Bélgica los restos de una adolescente que desapareció hace diez meses. Los Fourniret habrían violado y matado a chicas en Francia y Bélgica con un sadismo y una meticulosidad de extremos. La mujer de Michel Fourniret se presenta como una mujer sumisa que tiene miedo de su marido y que por eso no ha hablado hasta ahora. Es un ama de casa que ayuda a violar, a matar y a secuestrar, pero el resto del tiempo es un ama de casa.

He tenido casos de violadores, pedófilos, asesinatos horribles, injustificados, terribles. He tenido algunos casos destacados en mis 41 años de carrera, pero el caso Fourniret-Olivier va mucho más allá de cualquiera. Mentalmente y moralmente nadie, nadie ha salido indemne. Eso está claro. Nos hemos topado con asesinos en serie, pero por su cuenta, solitarios. Pero él no estaba solo, estaba con Monique Olivier. En enero de 2003 me nombraron fiscal en Charleville-Messier.

Recuerdo perfectamente la primera vez que oí hablar de Michel Fourniret. El comandante de la brigada criminal de Rams me llamó y me dijo, los belgas acaban de arrestar a una mujer.