Caso Wallace Souza ¿Todo por la fama?

Vamos a viajar hasta el año 1979 y vamos a trasladarnos a San Gregorio, un paraje casi desértico donde vivía Estia, una adolescente de 15 años, muy religiosa, callada y con una vida familiar complicada. Sus padres la habían abandonado y ya solo le quedaba su abuela. Todos los días hacía el mismo recorrido en autobús y todos los días coincidía con un grupo de chicos que la acosaban, hasta que estos aparecieron muertos. Estia estaba ahí con las manos manchadas de sangre, confesó haber estado presente, pero también dijo no recordar nada. Antes de que pudieran detenerla, desapareció. Lo que parecía un crimen más, pronto se convirtió en otra cosa, porque en esta historia no todo es lo que parece.

Lo que acabas de escuchar es la sinopsis de Salvaje Baby, el nuevo libro de Sara Serrano, y aunque suene como un caso digno de este podcast, es una historia de ficción, pero de las que se te quedan grabadas en la cabeza. Es un thriller con toques fantásticos, no una historia de investigación policial en sí misma.

Imagina algo del estilo de Carrie y al mismo tiempo un rollo muy Telma y Luis. Por cierto, si te suena el nombre de Sara Serrano, puede que sea por El Club de las Chicas Calavera, su anterior novela. Un thriller juvenil ambientado en los 80, aunque su sello más que el género en sí es la construcción de personajes femeninos potentes.

Y las referencias al cine, al rock… Salvaje Baby ya está a la venta, ha salido el pasado 10 de julio en exclusiva en Amazon, tanto en papel como en digital. Y hasta el día 24 lo tenéis a precio de lanzamiento. Y si quieres seguirle la pista a Sara, la encuentras como rockerbookslowin en Instagram. Os dejaré el enlace tanto a sus redes como a su libro en la descripción. Pero si Salvaje Baby te dejó la cabeza dando vueltas sobre cómo la ficción y la realidad pueden mezclarse hasta confundirse, espera a conocer el caso de hoy. La historia de Wallace Southa.

Nos trasladamos a Manaus, Brasil, a finales de los años 90, donde Wallace Southa se convirtió en el rostro y la voz principal del programa Canal Libre. Una emisión diaria que mostraba crímenes en vivo, persecuciones policiales, como una forma de denuncia ante la situación de la ciudad. Southa era siempre el primero en llegar al lugar del crimen, a veces incluso antes que la policía. Su popularidad creció tanto que terminó siendo elegido diputado estatal. Pero la línea entre el periodista y el protagonista comenzó a desdibujarse.

Las sospechas apuntaban a que había algo muy oscuro detrás de su programa. En este episodio de La Crónica Oscura hablaremos sobre cómo un presentador influyente que parecía luchar contra el crimen empezó a ser visto como alguien que operaba desde dentro.

Pero antes de empezar a contaros esta historia, recordad suscribiros al canal, dejar un like y compartir el video, ya que todo esto me ayuda un montón a seguir creando contenido como este. Te dejo también por pantalla todas mis redes sociales, donde comparto también contenido muy interesante. Y no olvides que puedes escuchar La Crónica Oscura también en Spotify, iVoox y Podimo. Y ahora sí, no me enrollo más y comenzamos con el caso de Wallace Southa. Nos situamos en Manaos, la capital del estado de Amazonas, ubicada en la selva amazónica de Brasil.

Es una ciudad que cuenta con una combinación de historia, arquitectura, cultura y naturaleza que la hacen única, pero también se enfrenta a una gravísima crisis de seguridad. El narcotráfico y el crimen organizado han generado en la zona una violencia extrema. Disputas entre facciones, conflictos carcelarios, ataques comunitarios… Tan grave es la situación que Manaos presenta una de las tasas de homicidios más elevadas del país. Fue a causa de toda esta situación que surgió en 1996 el programa Canal Libre, en el que se hablaba de la insostenible situación de violencia de Manaos y de los crímenes cometidos en su mayoría por bandas criminales y organizadas.

Fue creado por Wallace Southa y aclaro que pronuncio Wallace porque en el documental que he visto los brasileños lo pronuncian así, no lo pronuncian Wallace, sino Wallace, ya me estoy viendo yo los comentarios. Bien, pues fue Wallace Southa quien empezó a implicarse muchísimo con el trabajo policial, llegando a acompañar a las patrullas de policía en sus operaciones para filmar los hechos.