Casos sin resolver T3: Lección de homicidio · El ángel oscuro

El contenido de este programa puede herir la sensibilidad del espectador.

Cuando conocí a Jonel, su fuerza y sus ganas de vivir eran contagiosas. Siempre te hacía sonreír. Cuando venía a mi casa, era como si saliera el sol. Y cuando nos la arrebataron, el sol se ocultó. Cuando alguien a quien quieres es asesinado y no hay justicia, no hay condena, no es que parezca un sueño, es una auténtica pesadilla. Pasaban los años y comencé a perder la esperanza de que se le hiciera justicia. Y ahora, mientras cuento todo esto, vuelvo a revivirlo todo. Sigue afectándome. Aún no me lo creo.

Hay más de 100.000 crímenes sin resolver en Estados Unidos. Sólo se resuelve el 1%.

Este es uno de ellos. Casos sin resolver. Lección de homicidio.

Lunes por la mañana. Comienza otra semana en la escuela de Red Bank. La maestra Jonel Melton ha preparado algo especial para sus alumnos de quinto. Un ejercicio para la clase de oratoria. Los alumnos toman asiento, pero Jonel no aparece.

La escuela llevaba un par de semanas trabajando un discurso sobre educación que había dado el presidente Obama. Ella iba a juntarse con nosotros e íbamos a reproducir el discurso en el aula. La señora Melton quería que viéramos que podemos formar parte de la historia. De hecho, ella asistió a la toma de posesión de Barack Obama. Ha llegado el momento de reafirmar nuestro espíritu de firmeza. La promesa divina de que todos somos iguales, todos somos libres y todos merecemos la oportunidad de alcanzar la felicidad.

Nos enseñó una foto en clase donde aparecía de pie entre la multitud.

Se aprecia la sensación de asombro y orgullo en su rostro, la seriedad. Ella quería ir a esa toma de posesión. Aunque tuviera que ir caminando, iba a ir.

Jonel enseñaba estudios sociales. Tenía pasión por la historia y sabía cómo transmitirles esa pasión a los alumnos para que se interesaran por la historia. Sabía muchos datos curiosos sobre diferentes personajes históricos. Les encantaba. Ella era incansable. Mi maestra de clases. Era mi inspiración. Conocí a Jonel en Trenton cuando éramos jóvenes.

Su escuela estaba muy cerca de mi casa y yo solía hablar con ella. Coqueteábamos un poco cosas de la edad. Cuando me gradué en la universidad y comencé a trabajar como orientador para el servicio juvenil, ella era maestra. Y la vi y pensé, vaya, qué guapa. Yo estaba recién licenciado y soltero. Estaba viviendo la vida, pero pensé, me gusta esta chica. Michael comienza a salir con Jonel y deja atrás su vida de soltero.

Me enamoré y sentí que quería casarme con ella. Nos casamos en Jamaica el 28 de agosto de 2003.

La ceremonia fue en el Resort Sundance, en Ocho Ríos. Asistieron unas 30 personas. Fue muy bonito.

Yo era muy joven entonces. Tenía 27 o 28 años. Ella era un año menor que yo. Debía tener unos 26. Yo estaba emocionado porque nos habíamos casado. Michael y Jonel están casados y son compañeros de trabajo en la escuela Red Bank. La señora Melton siempre estaba muy feliz.

Era muy espontánea. Mientras que el señor Melton era muy tranquilo, más serio. Se llevaban bien.

Eran como el ying y el yang. Una vida familiar feliz y carreras gratificantes. Parecía que Jonel y Michael tenían una unión sólida, pero tres años después de su boda, esa unión comienza a resquebrajarse. Ella se preocupaba muchísimo por mí. Nunca había conocido a nadie que estuviera tan interesado en mí.

Si necesitaba cualquier cosa, ella estaba ahí. Pero yo no me crié así, y eso me hacía sentir un poco incómodo, porque no estaba acostumbrado a tanto afecto. Yo pasaba mucho tiempo fuera de casa. Acababa de crear mi empresa de baloncesto. Así que, por mi inmadurez, mi incapacidad para lidiar con ese tipo de afecto, y por eso,