Description of Cazadores de Nazis- 7- Paul Touvier
Paul Touvier fue un traidor y un antisemita confeso que aterrorizó a sus propios compatriotas en la Francia ocupada. Como líder de una fuerza policial paramilitar pronazi, se dedicó a capturar a "enemigos del Estado" y a asesinar a judíos y a miembros de la resistencia. Por ello se ganó el sobrenombre del verdugo de Lyon. Tras la guerra, Touvier, que era un devoto católico, escapó de un castigo merecido pidiendo ayuda a la Iglesia. En 1988, el criminal de guerra más famoso de Francia se encontraba todavía en libertad; la tarea de atraparlo le fue encomendada a Jean-Louis Recordon, un alto oficial de la policía. Después de 40 años parecía una misión imposible. Recordon comenzó por su última dirección conocida: la archidiócesis de Lyon. Durante la investigación, descubrió que un oscuro movimiento conservador dentro de la Iglesia católica escondía al colaborador nazi. La búsqueda llevó a los detectives hasta las órdenes religiosas secretas de toda Francia, lo que a su vez destapó que las profundas divisiones provocadas por la guerra aún persisten.
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Fue el peor villano de Francia. Perseguía a los judíos.
Paul Tuvier envió a mi madre a Auschwitz.
Algunos miembros de la iglesia católica eran pronazis y le ocultaron.
Mi misión era detener al señor Tuvier.
Encontrarle no fue sencillo.
Lo buscaron en monasterios.
Tuvimos que registrar lugares sagrados.
Cuando empecé la investigación, nada pudo detenerme.
Cazadores de nazis. Paul Tuvier.
Hacía más de 43 años que había finalizado la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, el criminal de guerra francés más conocido seguía libre.
Fue colaborador de los nazis y mató por igual a judíos y a combatientes de la Resistencia.
Su nombre, Paul Tuvier.
Ahora un importante detective francés tiene la misión de cazarlo.
En marzo de 1988, el magistrado del Tribunal de París me encargó esa misión.
Debía buscar y capturar a Paul Tuvier.
El coronel Recordón es una persona muy decidida.
Por eso le encargué aquí el caso.
Cuando quiere algo, hace todo lo posible para conseguirlo.
La Policía Nacional Francesa trató de llevar a los criminales de guerra ante la justicia.
Pero no lo consiguió.
Sin embargo, el coronel Jean-Louis Recordón tenía una merecida fama de experto investigador.
Su última misión era de alto secreto.
Durante unos 40 años, Tuvier permaneció escondido en algún lugar recóndito.
Era imposible encontrarle y nadie pudo detenerle.
Buscando entre los archivos del caso Tuvier, Recordón investigó uno de los periodos más oscuros de la historia de Francia.
Cuando los nazis invadieron el país, algunos franceses se resistieron heroicamente.
Otros, como Paul Tuvier, colaboraron con los invasores.
Colaboró con los alemanes.
De hecho, perteneció a las unidades alemanas que lucharon contra la resistencia.
Como jefe de una fuerza paramilitar y pronazi, Tuvier se ocupaba de perseguir a los enemigos del Estado.
Tuvier seleccionaba a siete personas, siete judíos.
Los ponía contra una pared y los fusilaba.
Así de sencillo.
Fue el peor villano de Francia.
Durante los años 80 todavía había personas bien situadas que colaboraban con los nazis.
Era gente que simpatizaba con Paul Tuvier.
Me preocupaban las filtraciones porque sabía muy bien cuál era la situación.
No sólo en la administración francesa, sino también en muchos sectores de la sociedad francesa, Tuvier contaba con gente que le apoyaba.
Cuando alguien se ha estado escondiendo durante 40 años, las probabilidades de encontrarle son casi nulas.
Le dije al magistrado que, dadas las circunstancias, iba a ser casi imposible hallar a Tuvier.
Pero en cuanto inicié la investigación, ya nada podía detenerme.
Para esta misión imposible, el coronel Recordón se unió a otro experto investigador, Dominique Belanger.
Cuando recibí el expediente de Paul Tuvier, sabía que se trataba de un caso muy delicado.
Era una investigación secreta.
Partíamos casi de cero.
Por supuesto no podía saber cuál era su aspecto físico en ese momento.
El problema de la búsqueda de Paul Tuvier es que ni siquiera sabíamos si estaba vivo.
Había llegado a simular su propia muerte, ya que en un periódico se publicó que Tuvier había muerto.
Pero como no había ninguna prueba, seguimos investigando.
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