CBP465 Douglas MacArthur, de Australia a Tokio

Hola, ¿qué tal? Daros la bienvenida a otro programa de Victoria Podcast.

Vamos a seguir la tremenda saga de McDonald's, de McArthur.

Ya estaba pensando en alguna franquicia americana importante y no sé por qué, de repente, se me han cruzado los cables.

Mis disculpas.

Bueno, nuestro glorioso y amado líder, Danny Karam, que es el que tiene que poner un poco de cordura entre nosotros dos, que somos unos sociópatas de estas cosas, pues, desgraciadamente, para vosotros no está aquí.

Por lo tanto, cuando el gato no está, los ratones bailan.

Preparaos, que vienen curvas.

Y, nada, pues aquí estoy con el inefable, magnífico y auténtico redescubridor de todas estas figuras, nuestro gran colaborador, Antonio Muñoz Llorente.

¿Qué tal? ¿Cómo estamos? ¿Qué tal? Hola, Antonio. ¿Qué hay? ¿Qué tal? Gracias por todo esto de magnífico, no sé qué, redescubridor y tal.

Bueno, es que alguna de las cosas que estamos sacando por aquí, creo que si no las ha llegado a sacar tú, nadie las habría dicho.

Los trapos sucios, ¿no? Los trapos sucios.

O sea, estamos haciendo el papel de...

Los whatsapps.

El papel de Karina rebuscando en el baúl de los recuerdos, pues así lo estamos haciendo.

Así que, bueno, pues aquí esperando las críticas del primer...

La crítica del primer programa han sido clamorosamente buenas, así que no...

Esperemos estar a la altura, que seguro que contigo eso es prácticamente un acierto.

Vamos, vamos por ahí.

Es la figura a la que nos dedicamos el otro día y hoy, la que pone la guinda, porque es un hombre...

Lo que decimos otro día era que MacArthur es admirado por sus detractores y odiado por sus seguidores a partes iguales.

Es un hombre que es muy difícil mantenerse neutral.

Vamos a contar cosas buenas de MacArthur, o sea, no...

Que la gente tampoco se envicie, que también tiene cosas buenas.

Hombre, sí. Seguro que te traba bien el violonchelo.

Sí, bueno...

No, no, aparte de eso, pero que sí, que a ver...

Como Heidrich, ¿no? Sí.

Es difícil ser neutral y es difícil neutralizarle también.

También, también.

Vamos a ver por dónde nos metemos, porque ahora ya la habíamos dejado ahí en...

La habíamos dejado, lo podríamos decir de dos formas.

O bien, saliendo de Filipinas, escapando de Filipinas, pero, como él dijo, he pasado las defensas japonesas, pero volveré, ¿no? Que le dijeron...

¿Por qué no pone volveremos, no? Y él siguió a lo suyo y no lo cambió.

Dijo volveré, ¿no? Como dijo el gran Rafael, yo soy aquel.

Sí, yo soy aquel.

Yo soy aquel, no puede haber otro.

Volveré, ¿no? Es un poco...

MacArthur es un poco Rafael, ¿sí? Es el Rafael de la película aquella de la...

De la de Mi gran noche, ¿no? Un poco aquello, con su traje Darth Vader, ¿no? Totalmente, o sea...

Es el de la película de Ale de la iglesia, pero, o sea, en vez de un montón de gente de Crepita, te tienes que imaginar un montón de generales y almirantes, ¿no? Que es un poco la situación.

Ahora mismo ha llegado y hemos quedado que su propio...

Se ha colocado en una posición de fracaso tan eminente que no puede ser defenestrado, porque han estado vendiendo todo el rato lo bueno que es y lo victoriosa que ha sido su defensa y lo heroica que ha sido la patatín y patatán.

Que no...

Ya quitamos un poquito de la Aurel en el programa anterior, que teniendo su mérito tampoco era una cosa que tal.

Y que, también teniendo en cuenta los otros con los que te comparabas, pues sí, a ver, que sí, que aguantó más que la policía municipal holandesa en la Isla de Flores, que aguantó bastante más que el pobre Percival, allí en Singapur, sí que es verdad, pero dices, claro, o sea, vale, a ver...

Aguantó más que Percival, sí.

Sí, ya... Es como si me dices...

Oye, has escrito poesía y es mucho mejor que la que escribe mi perro.

Dices, pues...

Vale, no estás diciendo una gran cosa.

Ahí estamos teniendo un...

McArthur no llevaba pantalón corto como Percival, ¿no? Entonces, ¿qué dices?