CBP484 Fall Rot 1940 - Caída de Francia

Hola qué tal, daros la bienvenida a otro programa de Casus Belli. Vamos a seguir con esa apuñalada en los riñones de Francia, ese momento en la historia de la Segunda Guerra Mundial en la que de repente todo parece posible, ese instante en el que el ejército más poderoso del mundo inca a la rodilla y una de las naciones más antiguas de Europa, uno de los imperios más poderosos que había entonces en todo el planeta, pues resulta que es derrotado inesperadamente de una manera extremadamente rápida y sin casi una explicación, dando lugar a todo tipo de mitos, de leyendas, de cosas que se han quedado ahí como vamos a aprovechar para, yo qué sé, para meter un poco de nuestra propaganda, para quedar nosotros mejor que los otros, para hacer todo tipo de cosas menos para contar lo que realmente pasó, que hoy día pues todavía es algo confuso, extraño, pero aquí en esta miniserie que estamos dedicando a la campaña de Francia de 1940, pues estamos intentando poner nuestro cañito de arena con la ayuda inestimable, con la ayuda necesaria, con la ayuda imprescindible del hombre que vigila con atención al Rhin, de esa persona al otro lado del Limes que está ahí contemplando pues la Germania en su esplendor y que es capaz de pronunciar todas esas palabras que a nosotros pues nos provocan atragantamientos, alergias varias e invocaciones de espíritus indeseados.

Así que, querido Gustavo Flamme, ¿qué tal, cómo estamos? Pues aquí preparado para estar charlando un rato más, como siempre, contando mis historietas. Contamos con eso, contamos con que cuentes y esperamos pues eso, seguir adelante con esta increíble historia que fue pues tan capital en ese periodo tan terrible, tan fascinante, que es la Segunda Guerra Mundial.

Y bueno, evidentemente pues no se puede hacer esto sin contar con alguien que haga de brujo una moral y que tenga un criterio estético sobre todo esto. Así que, necesaria, imprescindible.

María Vázquez, ¿qué tal, cómo estamos? Bien, lo que pasa que tengo que hacer un disclaimer, he tenido un problema con el ordenador, no tengo capacidad para que esto se oiga bien ni demás, así que ya no hablo mucho nunca, hoy voy a hablar bastante menos. Así que, bueno, como vais a estar entretenidos, yo también estaré entretenida.

Contamos con eso, contamos también con que cuando llegue el momento y tengas que interrumpir el sonido, igual no es todo lo bueno que ha sido en otras ocasiones, pero el mejor que lo que había sido la otra vez que se escacharó el micrófono, no sé si os acordáis de las dos últimas veces que me he mojado que el micrófono iba mal, pues se te oía aún peor.

Pero bueno, vamos a ver si... Eso sí, lo primero y más importante es que no perdamos nuestra búfala moral. Así que, cuando tengas que decir algo, lo tienes que decir y ya está. Y nada, que muchas gracias por haber podido estar aquí en esta tarde eso espero, entretenida. Y bueno, pues evidentemente alguien tiene que amalgamar todo. No hay ladrillo que sea lo bastante grande, lo bastante fuerte, lo bastante poderoso para sostenerse sin cemento y tenemos algo que tiene que amalgamar. Tenemos que tener algo que lo una.

Y está nuestro querido amigo Félix Lancho, el gran conseguidor. ¿Qué tal? ¿Cómo estamos? Muy buenas, muy buenas. Pues aquí esperando a ver cómo se desarrolla este siguiente caso.

No voy a decir el color, pero es el siguiente caso, porque hay varios colores.

Vamos a ver qué pasa. Como siempre decían que para gustos los colores, vamos a ver que hoy nos toca un color bastante encarnado. Nos toca el color rojo. Así que nada, habíamos dejado a los pobres franceses al borde del desastre total después de Dunkerque. Hicimos un pequeño inciso, una extensión más amplia de la batalla de Sedan intentando entrar a tope en ese momento concreto.

Y ahora estamos en el momento en el que ya se ha quedado la cosa como que tenemos a lo mejor.