CBP489 Batalla del Atlántico en la Primera Guerra Mundial

¿Por qué no hay que votar a Kassus Belli? Eso, eso.

¡Renegados! Porque no pertenecen a un gran medium de comunicación.

¡Desarrapado! ¡Muerto de hambre! ¡Perroflotas unos tontainas! Y el peor de todo, uno que sólo habla de aviones raros.

¡A la hoguera con Dani! ¡Apóstata! ¡Coñazo! ¡Afeítate! ¡El Bf109 es único que vale! Porque no son youtubers.

¡Barateros! Nosotros queremos a Rubius.

¡Y al Chocas! Ni Salvaquerizo ni otras estrellas.

¡Nuestro intelectual! ¡Paletos! ¡Metaleros! ¡Quiraos! ¡Muerto de hambre! Ya has visto lo que dicen nuestros haters, pero como tú eres un vieja guardia, vótanos en los premios Evox.

Queremos sentirte, queremos notar que estás ahí.

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Hola y bienvenidos a un nuevo Kassus Belli.

Hoy vamos a hablar de la guerra en el mar, la guerra submarina durante la Gran Guerra.

Hace ya muchos años grabé un podcast donde explicaba los tipos de submarinos que tuvieron los alemanes en la Gran Guerra.

Hoy vengo a hablaros un poquito de cómo.

¿Cómo fue esta guerra submarina? ¿Cómo era la vida en el mar? ¿Y cuáles eran las auténticas posibilidades que tuvieron los alemanes de ganar la guerra en el mar haciendo uso de los submarinos? Esto sirve un poco para explicar la Primera Guerra Mundial en esa saga, en esa serie que estamos haciendo con el gran Ismael, que es un experto, nuestro experto en la Gran Guerra.

Como digo, muy rápidamente voy a explicaros cómo fue esta guerra submarina sin entrar en detalles muy concienzudos.

Pero sí que hay algo importante.

Fijaros, dijo el almirante Sir Davis Beatty en el año 1917.

Hay dos cosas que van a decidir si ganamos o perdemos esta guerra y nada más va a influir en ello.

Nuestros ejércitos pueden avanzar un kilómetro y medio al día y matar a miles de unos, pero la clave está en si conseguimos bloquear al enemigo hasta que se rinda o si él hace lo mismo con nosotros.

A ver, en pocas semanas la veracidad de la afirmación de Beatty se pondría a prueba.

Fijaros, Sir Davis Beatty había sucedido a Jellicoe, comandante en jefe de la Gran Flota, cuando este último pasó al Almirante Ako como primer Lord del Almirante Ako Ni este acontecimiento ni ninguna maniobra alemana habían producido grandes cambios en la guerra naval en el dominado mar del norte.

El almirante Reinhard Scher había salido el 18 de agosto de 1916 confiando en que los tepelines de la... bueno, yo lo llamo la armada, ¿verdad? la marina de guerra alemana le avisarían con tiempo de cualquier peligro u oportunidad.

También, dicen que contaba con la protección de submarinos estacionados en las posibles rutas de aproximación de la flota británica.

Alertados por los mensajes de inteligencia británico, Jellicoe también zarpó ese día de agosto.

Sin embargo, fue una excreción útil.

Una serie de accidentes y errores de reconocimiento por ambas partes impidieron al final que las flotas se enfrentaran en combate.

Los submarinos de Scher sí que hicieron algo, hundieron al profesor del ejército británico, el Falmouth y el submarino británico E-23 por su parte dañó a la cruzada alemán Westphalen.

A principios de octubre del 16 Scher envió una pantalla de destructores para capturar presas en el mar del norte.

Estos llegaron hasta el famoso banco de Döger y fueron seguidos por la flota de alta mar.

En ese momento, la inteligencia británica volvió a advertir de la incursión y desvió los barcos fuera de la ruta de los asaltantes alemanes.

Mientras tanto, los servicios de información alemanes al observar el gran volumen de mensajes que estaban mandando los británicos advirtió a Scher de que los británicos sabían que estaba fuera.

Así Scher invirtió el rumbo y regresó a Alemania.

Posteriormente, en un informe al Kaiser a principios de julio del 16, Scher ya había llegado a la conclusión de que, decía Scher, ni siquiera el resultado más exitoso de una batalla en alta mar obligará a Inglaterra a tener paz. Y continuaba