Celebras la vida (Rosamari)

Volvemos un domingo más, con otro mensaje cargado de valores que nos aporta nuestra querida hermana Rosa Mari. El título de hoy, celebras la vida.

Celebras la vida el día que naces, el gozo al enamorarte, el momento en que te casaste, la hora en que tu hijo nace, las risas, las alegrías, los regalos, los viajes, los ascensos, las reformas, las sorpresas, los instantes que te entusiasman la vida y todo lo que ella trae. Celebras los abrazos, los besos, las sonrisas y los recuerdos que expanden y elevan tu alma y te producen destellos, los esfuerzos, el coraje y la ilusión de lo nuevo, los sueños que se han cumplido y el amor que llevas dentro.

Y hay una parte de la historia que vamos a ropar, como el hijo que se escapa y que vuelve al hogar, esos momentos tristes que también tienen su andar, enfermedades y penas y los seres que se van. Historias que se quedan a medias, tristeza y soledad, momentos que crean angustia y penas sin libertad, instantes muy dolorosos, mucho miedo y ansiedad. Todo esto es vida que hay que iluminar, abrazar con amor y saber aceptar, como ese hijo perdido que el amor lo va a sanar.

Por eso, ama todo lo que en ti está, todo instante es sagrado, deja de rechazar, forma parte de la vida y la vida es unidad. Sólo el amor te inspira y te ofrece la paz, sólo el amor es tu guía que te muestra la verdad. Recuerda, la moneda tiene dos caras que es la polaridad, pero una sola energía, una sola realidad. Observa que tu percepción está en lo superficial y que cuando interpretas desajustas lo real, distorsionas el contenido y disfrazas la verdad. Quedas como encantado dentro de la dualidad y necesitas ser libre porque atrapado estás.

Es por ello que al detenerte y ser consciente, al meditar, descubres todo este juego y empiezas a recordar. El sentirte separados genera culpabilidad. La unidad es el equilibrio para poder expresar los principios creadores del alma universal. Por eso nadie es culpable ni te puede señalar. Quien lo haga es ignorante de la única verdad, que el amor lo contiene todo, sin separabilidad. De corazón a corazón, por nuestra queridísima hermana Rosa Mari Ramírez del Cerro, un fraternal saludo.