CHINA ESTÁ CONSTRUYENDO LA MADRE DE TODAS LAS PRESAS: MILLONES DE AFECTADOS y CONFLICTO GEOPOLÍTICO

Por todo el mundo es conocida la presa de las tres gargantas, esa gigantesca obra de ingeniería que construyeron los chinos,
tan grande, tan potente y tan pesada con todo el agua que acumula, que fue capaz de variar el eje de la tierra y con él,
de una manera prácticamente mínima, pero perceptible por nuestros sistemas de medición,
cambiar incluso en lo que duran los días aquí, sobre la superficie de la tierra.
¿Qué tal, mis queridos amigos? Bienvenidos a un nuevo viaje en el Cascarón de Nuez. En este canal
hemos hablado de algunas de las grandes obras públicas, de las más tremendas, de las más impresionantes que se han construido
y hemos hecho, además, un análisis incluso geopolítico, cómo ocurre con esa gran presa del Nilo, que te voy a recomendar al final,
y de la que en su día hablamos, puesto que tiene unas connotaciones, además, muy importantes
respecto a cómo una gran obra pública puede cambiar los equilibrios políticos en determinados lugares y ahí, en ese avispero
que tiene Egipto alrededor, pasaba algo muy parecido. Pero eso es cosa del pasado. Si esa presa del Nilo te pareció impresionante,
capaz de detenerlo, capaz de cambiar el equilibrio geopolítico del lugar,
si la presa de las Tres Gargantas te parece lo más bestia que la humanidad ha sido capaz de construir
respecto al control del agua, todavía te quedaba mucho por saber. Y es que China, actualmente, y es oficial, aunque no ha hecho oficial
el proyecto físicamente, pero sí está trabajando en él, está trabajando en un proyecto de una presa que tendría la capacidad
de poder proveer del triple de la potencia instalada que tiene la presa de las Tres Gargantas.
Sí, sí, el triple de la presa de las Tres Gargantas.
¿Cómo narices se atreven los chinos a hacer esto? ¿Dónde lo están haciendo? ¿Y cómo puede provocar, igualmente,
un conflicto político de alto nivel con un vecino molesto que tiene y que cada vez
quiere competir más, mirar a los ojos, cara a cara, al gobierno chino? Vamos a verlo.
Bueno, pues estamos hablando de unas cantidades de agua, lógicamente, gigantescas, que solamente se puede conseguir en una región, efectivamente,
que tenga la capacidad de manar tales cantidades de agua. ¿Dónde está esa región? Es un lugar al que los occidentales
solamente podemos ir con un permiso del Estado chino. Estamos hablando del Tíbet, un sitio donde China tiene una gigantesca
política de fabricación de obras públicas, tanto de carreteras como de infraestructuras en general, y también de presas en particular,
aprovechando, por supuesto, la ingente cantidad de caudales de agua que hay en ese lugar,
procedentes del Himalaya y de todas las regiones montañosas que hay alrededor.
Estamos hablando de la presa de Motuo en el Tíbet, en la región de Medog, una obra gigantesca que,
precisamente, aprovecharía los dos factores fundamentales
para poder crear tal cantidad de energía.
Estamos hablando de niveles de gigavatios hora de energía por año que sería capaz de proporcionar
esta central hidroeléctrica, que de muy lejos sería la más grande del mundo, hasta el punto que la longitud de la misma presa
sería de varios kilómetros. Y eso, además, con una presa que no es tan grande en relación a la energía que tiene, la capacidad de
proporcionar, precisamente, por ese segundo factor del que te hablaba. Mucha agua, pero también
muchísima pendiente. Aquí estaríamos aprovechando,
estaríamos hablando de la canalización y dirección de caudales de agua con un desnivel
increíble de nada menos que
2.800 metros de altitud. Una obra pública como nunca antes se habría visto y que sería capaz, como digo, de generar una cantidad de energía
como nunca el agua ha sido capaz de generar para el ser humano.
La clave de esta estructura, que tendría dos kilómetros de ancho, es un arco que ya está formado de manera natural sobre el que habría que
drenar millones y millones de toneladas de metros cúbicos de rocas y de tierra en ese lugar montañoso
en el gran cañón de Jarlín, en el San Pro.
Esa es la ubicación, ese es el lugar donde se colocaría una presa, como digo, con dos kilómetros de dique de contención del agua, a partir
de la cual se generarían unos impresionantes saltos de agua gracias precisamente
a la estructura montañosa y con montañas tan altas que hay en ese lugar. Los chinos han sabido encontrar
el lugar donde crear una maravilla de la tecnología de la ciencia que se supone que a la velocidad a la que trabajan los chinos
estaría construida en el plazo de diez años. Esto contrasta, por ejemplo, pues con presas que se están fabricando en España, por ejemplo, en
Aragón, como el embalse de Yesa, si no me falla la memoria, que lleva como 25-30 años construyéndose y nunca se termina.
Aquí, en diez años, lo tendrían hecho. ¿Y cuál es el problema? Pues hay muchos problemas, pero básicamente son tres.
El primer problema es un problema político.
Ahí, al lado, están precisamente tanto la India como Bangladesh.
Una obra hidráulica de este género, teniendo en cuenta que es aguas arriba donde está China,
provocaría de nuevo un conflicto los recelos de un país India que está intentando crecer mucho más rápido.