2º episodio. La ruta de las vedijas
En el episodio anterior nos acerábamos al sentir de un bosque que va a ser talado para recuperar los pastos antiguos. Y quien dice pastos, dice rebaños. Así que ahora nos vamos con las ovejas. Y lo hacemos con Susana Jiménez Carmona, artista e investigadora que, con su proyecto Epizoocorias, nos traslada a distintos lugares de la península ibérica, siguiendo viejas rutas pecuarias hoy convertidas en autopistas y descampados. Pegados al cuerpo de la oveja Bea, vamos a descubrir que, lejos de ser animales pasivos, los rebaños son agentes activos en la formación de los territorios, algo así como ecosistemas ambulantes.
Después volvemos al norte, al valle de Karranza, en Bizkaia, para hablar con Laurita Siles que, junto con Joseba Edesa, integra el colectivo Mutur Beltz. En su compañía, nos acercamos a las ovejas carranzanas de cara negra, y a la situación actual de la lana, material fundamental en la historia humana que sin embargo hoy ya no se considera un recurso sino un residuo, un síntoma triste de lo que ocurre en el entorno rural, donde desaparecen saberes y formas de vida. Despedimos el episodio escuchando a algunos ganaderos de Karranza en una pieza sonora de Onintza Etxebeste, producida por Mutur Beltz.
Los ambientes sonoros de este episodio son obra de Susana Jiménez Carmona, de la oveja Bea, de los rebaños de Campo Adentro, de las aves y los insectos que conviven con ellos, y de Onintza Etxebeste. Además hemos contado con la música de: Matt Burnett - CatBomb (accept the mistery); Dilating Times - Jam No. 6; Blear Moon – Windbreak; Filmy Ghost (Sabila Orbe) - Adimensional Mall Zone; North Without End - Carol´s Drone; BETON - Tk7; Viscid - Shudder Now; Rushmo – Kaleidoscope; Podington Bear - Three Colors.
Edición y diseño de sonido: Alberto de la Hoz.
Guión: Maria Ptqk.
SOBRE EL PODCAST
Este podcast es un viaje sonoro que acompaña a la exposición “Ciencia fricción. Vida entre especies compañeras”. Recorre los bosques del Pirineo navarro y los valles ganaderos de Bizkaia, las costas del Mediterráneo y los descampados urbanos donde pervive la transhumancia. Nos lleva entre pinos, rebaños, colmenas y escarabajos, entre flores de lúpulo, campos de centeno y palmeras coloniales, entre peces eléctricos y hongos alucinógenos. Es un viaje hecho de muchos tipos de encuentros entre especies que, sabiéndolo o no, comparten los mismos ecosistemas.
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