Cinco Padrinos 6 - Carlo Gambino

Nacer en Sicilia a finales de agosto es como venir al mundo dentro de un horno que lleva tres meses encendido a la máxima potencia y temperatura. Pero este fue el caso de un bebé siciliano nacido en Palermo, la capital de la isla, el 24 de agosto de 1902 y que fue bautizado en presencia de sus padres, Tomaso Gambino y Felicha Castellano, con el nombre de Carlo Gambino.

Carlo Gambino nació en el céntrico barrio palermitano de Paso di Rigano y creció en el seno de una familia en contacto directo con la honorata società, tanto por vía paterna como materna. Sin embargo, aunque pueda parecer lo contrario, el destino de Carlo Gambino no estaba escrito, pues uno de sus hermanos, llamado Gáspare, no quiso saber nada del mundo criminal, mientras que su otro hermano, llamado Paolo, sí realizó el rito de iniciación que le convirtió en un mafioso de pleno derecho.

Pudiendo elegir, Carlo Gambino eligió la mafia y esa elección cambió su vida para siempre, ya que llegó a convertirse en uno de los padrinos más poderosos e influyentes de los Estados Unidos de América, dando nombre con su apellido a una de las cinco grandes familias de Nueva York, que todavía existe y que aún es conocida como Familia Gambino. Pues bien, esta es su historia, la historia de Carlo Gambino, don Carlo Gambino, el capo de ICAPI de Nueva York.

Cinco padrinos, un podcast sobre cosa nostra, la mafia siciliana.

Aunque se desconoce la fecha exacta, Carlo Gambino tuvo que entrar a formar parte de la mafia siciliana de su barrio de Palermo, siendo muy joven, probablemente con sólo 18 años. Al principio, al ser un simple soldado, un pichotto, se dedicó a obedecer las órdenes de su capo de China a la hora de sacar adelante las actividades clásicas de la organización, principalmente el contrabando, la extorsión, el robo, la receptación y los homicidios, ya fuesen por encargo o como ajustes de cuentas entre familias.

En 1921, cuando todavía no había cumplido los 20, Carlo Gambino decidió cambiar de aires, hacer las Américas y poner rumbo a los Estados Unidos, la tierra de las oportunidades. Hay quien dice que Gambino decidió marcharse porque la justicia italiana le andaba buscando, para preguntarle, por algunos asesinatos en los que el jovencísimo Carlo podía estar involucrado. Carlo Gambino embarcó como polizón en un transatlántico llamado SS Vincenzo Florio, que solía cubrir la ruta Catania-Messina.