Cinco Padrinos 7 - Antonino Madonia

Cinco Padrinos, un podcast sobre Cosa Nostra, la mafia siciliana.

La segunda guerra de mafia comenzó en Sicilia el 23 de abril de 1981 cuando el capo de ICAP y de Cosa Nostra, Stefano Bontate, fue masacrado a golpe de AK-47 cerca de su casa en el barrio de Vilagracia de Palermo. La guerra continuó algunos días después, el 11 de mayo de 1981, con el salvaje homicidio del padrino Salvatore Incerilo, del clan de Paso de Irrígano. Incerilo era considerado el rey del tráfico de heroína y era primo de Don Carlo Gambino, de la familia Gambino, de Nueva York.

La guerra por el control de Cosa Nostra, desatada por Salvatore Totorriina, el capo familia del clan de Corleone, pronto se cobró también algunas víctimas inocentes. Tal sería el caso, por ejemplo, de un cirujano de Palermo llamado Sebastiano Bossio, que al parecer o bien se negó a operar de forma clandestina a algunos mafiosos heridos durante la guerra, o bien ayudó y curó a determinados mafiosos del bando perdedor, es decir, de los que fueron barridos por los corleoneses. Sea como sea, el cirujano Sebastiano Bossio, que no pertenecía a Cosa Nostra, fue asesinado el 6 de noviembre de 1981.

Ya en 1982, el 30 de abril, fue asesinado en pleno centro de Palermo el político y sindicalista del partido comunista italiano Pío la Torre, junto a su escolta Rosario Di Salvo, y poco después, el 16 de junio, tuvo lugar la que ha pasado a la historia como la matanza de la circunvalación. Ese día, a eso de las 10 de la mañana, las autoridades estaban trasladando a un mafioso de Catania, el padrino Alfio Ferlito, de la cárcel de Etna a la de Trapani, ambas en Sicilia.

Alfio Ferlito había sido un fiel aliado de Bontate, Inzerillo y Badalamenti, y, por lo tanto, un enemigo de los corleoneses. Pero la policía llegó antes que Totor y Ina, pues Alfio Ferlito fue detenido en Milán a finales de 1981, al hijo de una tonelada de hachís. Sin embargo, Totor y Ina no se olvidó de él, porque durante su traslado de una cárcel siciliana a otra, justo cuando el vehículo pasaba por la circunvalación de Palermo, dos coches le salieron al paso y abrieron fuego a discreción.

Como resultado del ataque murió el mafioso Alfio Ferlito, pero también murieron, prácticamente en el acto, los cuatro carabinieri que lo estaban vigilando, trasladando y escoltando.

En el lugar de los hechos se presentó casi enseguida el prefecto de Palermo, el general de los carabinieri Carlo Alberto Dalla Chiesa, que llevaba en la ciudad apenas un mes y que fue asesinado aquel mismo año, 1982, concretamente el 3 de septiembre, junto a su joven segunda esposa, Emanuela Setti Carraro, y junto al único escolta que se ocupaba de sus servicios.