El cine en su punto 100: Florence Pugh (Thunderbolts) vs. El drama de la inmigración (los mejores estrenos de la semana)

Buenos días a ti Javier y a todos los oyentes del aullido más valiente de la radio, en La Boca del Lobo, en esta ocasión desde el canal Dbox Cine y Libertad, te hablamos de la cartelera de la semana.

Queridos amigos de la radio, como sabéis he estado firmando en la Feria de Madrid, así que no puedes perderte mi libro La Fe, la Ética y los Valores de los Superhéroes. El libro ideal para dar la batalla cultural con una sonrisa.

Señoras y señores, ladies and gentlemen, preparen el bol de palomitas porque llega nada más y nada menos que rayos, truenos y centellas los Thunderbolt en cartelera. Y es que si hace unos años el Escuadrón Suicida de DC nos sorprendió a todos, donde esta compañía dio la campanada ofreciéndonos la historia de un grupo marginal que tenía que cumplir una misión al estilo de 12 sobre el paltíbulo y capitaneado por Harley Quinn. Una historia que funcionó bastante bien en cartelera, que disfrutamos muchísimo, que no era una historia de superhéroes para niños sino una historia más bien para adultos que merecía mucho la pena y que a todos nos sorprendió.

Pues bien, en esta ocasión Marvel pues le devuelve la jugada con nada más y nada menos que con los Thunderbolt de la mano del director Jake Scribier, donde participan actores de la batalla de David Harbour o Florence Pack. Florence Pack la recordamos por la Chica del Tambor, una serie de televisión que estaba muy bien basada en las novelas de John le Carré.

También la recordamos por ser la hermana espía de Natasha Robanoff y en esta ocasión forma parte de un equipo de marginados del mundo de los superhéroes que tienen que unirse para cumplir su misión. El argumento es bastante particular, como habrán podido imaginar por lo que estamos contando. Un grupo de supervillanos poco convencional es reclutado para hacer misiones para el gobierno.

Jelena Belova, Bucky Barnes, es decir el gran amigo del Capitán América, Red Guardian, Ghost, Tax Meister y John Walker. Después de verse atrapados en una trampa mortal urdida por Valentina Alegra de Fontaine, estos marginados deben embarcarse en una peligrosa misión que les obligará a enfrentarse a los recovecos más oscuros de su pasado. Y nosotros tenemos las declaraciones para Europa Press de Jake Screyer que de alguna manera nos dan las claves de lo que nos vamos a encontrar en esta película tan particular de Marvel que no tiene nada que ver con la Patrulla X ni con Los Vengadores o por ejemplo Los Cuatro Fantásticos.

Así que está más bien destinado a un público más adulto. Y estas fueron las declaraciones. Este señor ha señalado que para el equipo abordar esos temas más profundos u oscuros como los de la salud mental o el trauma no tenía tanto que ver con aliviar un estigma o lanzar un mensaje como en encontrar una historia interna que contar que fuera algo personal tanto para la gente que lo escribió como para él mismo y los propios actores. De la misma manera Screyer no considera que la desilusión patente de los personajes de esta película tan distinta de la actitud de los héroes clásicos sea un reflejo consciente de la sociedad actual. No creo que lo hiciéramos con esa razón.

Ha valorado aunque admitiendo que dado que uno vive la época que vive es natural que algo de esa realidad se filtre en esta producción. El cine francés parece un profundo conocedor de la realidad multicultural desde su perspectiva más agria con el aumento de la delincuencia y la implantación de la sharia islámica en algunos barrios de Francia donde la mujer es considerada una ciudadana de tercera hasta el lado más positivo como el rejuvenecimiento poblacional y la riqueza que supone el encuentro entre culturas.

El cineasta Borix Loquine, autor de tres películas, incluida esta, nos ofrece una historia singular en la que el director sigue a su protagonista por las calles de París en su recorrido como repartidor a domicilio, es decir, raider, encontrándose con todo tipo de clientes. La obra en cuestión responde al título de la historia de Suleyman.

Su director tiene un manejo muy bueno del encuadre como ese momento en el que sitúa la cámara en un lugar alejado en el que el protagonista aparece en la distancia mostrándonos la pequeñez del ser humano y sobre todo su sensación de indefensión ante una realidad que le supera o cuando ofrece contrastes.