El Código del Éxito: Hábitos, Finanzas y la Regla Oculta del Alto Rendimiento - Conocimiento Experto

Si quieres construir un nuevo hábito, haz que ese hábito sea tan fácil de adoptar
como sea posible. Y quiero que entiendas esto. Por lo regular, gastamos mucho tiempo en comportamientos
que son fáciles. Por ejemplo, revisar los perfiles de las redes sociales. Eso requiere
cero esfuerzo, por lo que es fácil que le destinemos mucho de nuestro tiempo. Hacer
lagartijas, flexiones, push ups o estudiar chino mandarín, en contraste, requiere de
mucho más esfuerzo. Repetir estos comportamientos de manera diaria hasta que se conviertan en
un hábito duro va a ser más difícil de entrada. Sin embargo, recuerda, los pequeños
ajustes hacen la diferencia. Entonces, el hecho de hacer conductas tan
fáciles como sea posible es la clave para convertirlas en hábitos. La clave aquí es
la repetición. Si tú haces algo de manera repetida, se va a convertir en un hábito
y lo vas a generar de manera automática. Por eso dice que es importante que si quieres
construir un nuevo hábito, el objetivo es que ese hábito sea tan fácil de adoptar como
sea posible. Afortunadamente, hay algunos trucos que nosotros podemos adoptar para hacer
que cualquier cosa parezca más fácil. Entonces, lo primero es enfocarse en reducir la fricción.
Por ejemplo, el autor siempre fallaba en enviar tarjetas de felicitaciones o saludos a su
audiencia, mientras que su esposa, en contraparte, nunca fallaba en hacerlo. ¿Por qué? Ella
mantiene una caja de tarjetas listas en casa, acomodadas en base a la ocasión, haciendo
más fácil mandar felicitaciones, saludos, condolencias o lo que fuera que se requiriese.
Ahora, debido a que ella no tenía que salir y comprar una tarjeta cuando alguien se casara
o si sucedía algún tipo de percance, no había fricción que envolviera la situación
en mandar una de estas tarjetas. Quiero que lo analices. Ese es un ejemplo muy simple,
muy sencillo. A lo mejor no se adapta nada a tu realidad, pero lo que quiero que entiendas
es que en lugar de buscar la justificación de cómo no hacer las cosas, mejor ten las
cosas listas ahí, para que cuando se necesite realizar la acción, no busques el pretexto
del por qué no hacer. Ahora, tú incluso puedes usar este acercamiento para incrementar fricción
en malos hábitos, es decir, de manera opuesta. Digamos que tú quieres gastar menos tiempo
enfrente de la televisión. ¿Qué tienes que hacer? Desconéctala y retira las baterías
del control. Haciendo esto, vas a introducir suficiente fricción para asegurarte que solo
vas a ver la televisión cuando realmente quieras hacerlo. Se dice que cuando alguien quiere
hacer las cosas, busca la manera de conseguirlo. Esto sucede para lo bueno y para lo malo.
Haz que para las cosas malas no sea fácil de hacer, y haz para las cosas buenas que
sea fácil de hacer. Ese es el ejemplo, o es la intención de este punto. Lo que es sencillo,
o más bien, lo que va a ser bueno para ti, haz que sea sencillo de hacer, y lo que es
malo para ti, haz que sea difícil de hacer. Aumenta la fricción. Aumenta la fricción,
por ejemplo, algo que a mí me ha funcionado es el hecho de tener quizá una pequeña alcancía
en casa. Una alcancía donde tú ahí vayas depositando el dinero, o por lo menos una
cantidad de dinero en relación a tu compromiso. Yo suelo meter ahí por lo menos el 10% de
todo el dinero que recibo, y no nada más eso, sino también cualquier cambio en monedas
o en cosas que ni siquiera tenía contemplado también lo suelo dejar ahí. ¿Por qué? Porque
de esa manera, ya si necesito el dinero, ya no lo tengo en la mano, ya no puedo usarlo.
Aumenta la fricción en el hecho de querer gastarme eso. Tengo que ir ahora a un cajero,
tengo que moverme, tengo que hacer cosas que van a aumentar mi fricción, de tal manera
que eso hace o reduce, en cierta manera, el hecho de querer gastar sobre todo ese tipo
de gasto hormiga. Es una manera de reducirlo radicalmente, porque no tienes ese recurso
para poder disponerlo de esa manera. Es un mal hábito el gasto hormiga, entonces tú
puedes reducirlo de esa manera. Un buen hábito de igual forma, es decir, hazlo sencillo,
haz que no te cueste trabajo el hecho de llevarlo a cabo. Un segundo truco para hacer que un
hábito se vuelva más sencillo en el largo plazo, es la regla de los dos minutos. Y presta
atención.