La Colmena (06/04/2025)

No quiero luz, no quiero nada. No quiero hablar ni con mi amada. Así es mi pena, así es mi amor.

En Radio Castilla-La Mancha, La Colmena, con Vega Hernández.

Hola, ¿qué tal? Buenos días. Bienvenidos a La Colmena de Radio Castilla-La Mancha, en una nueva mañana de domingo que compartimos de radio.

Pues en este domingo vamos a escuchar La llamada del silencio.

Es el título de Caterina Ciriello, teóloga e historiadora en Roma.

¿Qué tal, Caterina? Buenos días.

Hola, buenos días. Bien, gracias. Muy bien, gracias, sí.

Muchas gracias por concedernos desde allí estos minutos, porque la verdad que tenía muchas ganas de hablar contigo.

Lo primero, ¿qué es esta llamada del silencio, como has llamado a tu libro? Es una llamada a dejarnos un poco atrás los ruidos de este mundo y buscar un momento como de tranquilidad, de intimidad, de entrar un poco en nosotros mismos y al mismo tiempo como buscar una conexión con algo que va más allá de nuestra vida, de algo.

Y puede pasar también que esa necesidad de buscar el silencio lleve a la persona a reencontrarse con Dios, a tener otra vez una espiritualidad un poco más honda de trato con lo sobrenatural, decimos así.

Claro, y es que además estamos en el siglo XXI con aparentemente muchos quehaceres, pero cada vez sentimos más ese vacío y eso se está notando en que monasterios, conventos, ermitas, templos, pues son lugares en los que la gente hay otro tipo de turismo y se acerca a ello.

Sí, sí, sí, sí. Es que esos son lugares privilegiados para tener ese momento de, decimos, de descanso del alma, del cuerpo y también monasterios católicos y también hay otros monasterios budistas que están un poco sembrados por toda pasta del mundo.

Esa es una necesidad de la sociedad contemporánea.

Parece que tenemos muchísimos recursos materiales, pero no sé si es una proporción.

A más recursos materiales quizá menos paz y sobre todo menos lugar para esa conexión con, bueno, pues no sé, lo espiritual, Dios, el universo.

Sí, la verdad es esto, que estamos en una sociedad consumística, tenemos cosas, no nos basta un móvil solo, tenemos dos o tres, tenemos ordenador, estamos trabajando continuamente, no tenemos un momento de sosiego, quiere decir que estamos corriendo, corriendo, corriendo para alcanzar que no lo sabemos ni nosotros mismos.

Entonces es verdad, es verdad que luego sentimos un vacío como un sin sentido, dices, oye, yo estoy trabajando no para vivir sino para trabajar, eso no puede ser, ¿no? Cierto, y en este sentido, en este minuto decías, no tenemos un minuto para el sosiego, y cuando viene la soledad, el silencio al principio da como mucho miedo, lo queremos llenar, pero luego sí que es cierto que hay una aproximación a esa soledad como fuente de autorreflexión de nuestra existencia.

Sí, el silencio en sí da un poco de miedo, yo lo digo también por experiencia personal, como religiosa, y tienes que hacer esa semana de retiro, de ejercicios espirituales, y yo las primeras veces era como un miedo, pero luego entras en ese silencio, te haces a ello, y de repente...