¿Cómo conseguir catar vinos únicos?

Estás escuchando La Cárabe de Vino para Camaleones.

Claro, yo lo hago esto para que todo el mundo se entere, se entere que por fin vamos a abrir el club de cata más rebelde, más punky, más chulo y donde vas a aprender pasándotelo genial del puto mundo.

Y para que luego no me digas, es que no me he enterado, pues yo te lo estoy enviando por e-mail, te lo estoy diciendo aquí cada día, que solo tienes hasta el domingo y atención, ya somos 12.

Y solo hay sitio para 20 fundadores, esto ya lo tengo dicho.

Y hasta el domingo, por cierto.

O como muy tarde el domingo.

Si tú estás aquí, Camaleón, es que yo te quiero dar las gracias y no puedes perder esta oportunidad de entrar en este club camaleónico como tú.

Un millón, ¿sabes de qué he tenido un millón? De respuestas del club también.

Al hummus, al hummus del Mercadona.

Sí, sí, ya lo sé, sí, ya lo sé.

Pero que sí, que estoy de acuerdo, que el hummus de remolacha del Corte Inglés es súper bueno.

Pero hay uno de aceituna calamata allí en el Mercadona, que vamos, este lo tienes que probar, Camaleón.

¿No podríamos hacer un episodio sobre hummus? Pues esto, que ya somos 12, Camaleón, que quiero que te enteres, que vas a flipar, que hoy tengo un episodio súper especial para decirte cómo catar vinos únicos que casi son imposibles de conseguir.

Casi, claro, porque si se consiguen.

Así que te voy a desvelar parte de la estrategia y parte de lo que vamos a empezar a catar.

Pero solo si estás dentro, claro.

De momento, esto es para esos 12, fíjate.

Bien, Camaleón, pues si tu pasión es el vino, y obviamente si estás en esta cara, pues lo es, a mi parecer siempre llega un momento que te encuentras con un problema en esto del vino que al principio no te ocurre.

Tú al principio te enamoras de esto del vino y pues generalmente coges aquella denominación quizá más famosa, como La Ribera, como Rioja, etcétera, y la tomas como, hosti, voy a aprender un poquito de aquí, voy a catar estos vinos, etcétera.

Luego vas abriendo tu mente, vas expandiéndote y vas diciendo, hombre, pues ya estoy un poquito harto de catar tanto Rioja, voy a ver qué pintan en Monsant o en Priorat o en Rías Baixas.

Entonces, bueno, te vas abriendo y tal, luego vas a Jumilla, no sé, Baleares, Canarias, Andalucía, cuando tú ya sabes, ya vas avanzando, pero llega un momento, camarón, que te sientes que estás catando siempre lo mismo, que suele ser aquel momento que ya empiezas a tirar, a mirar vinos internacionales y dices, bueno, aquí ya me estoy perdiendo, me pierdo un poquito.

Entonces ya toda esta confusión te viene a la cabeza, no sabes por dónde tirar y aquello que tanto te apasionaba antes, no es que te comience a aburrir, porque nunca te aburre, pero sí que dejas de disfrutarlo como antes.

Entonces, para volver a enamorarte de esto, lo ideal son dos cosas.

Uno, aprender mucho más.

Cuando aprendes mucho más, te vuelves a enamorar con pasión del mundo del vino.

Y otra, conseguir vinos únicos, aquellos que dices, bueno, es que esto que tengo en casa, cuando yo lo abra y venga tal persona o lo que sea, o cuando lo podamos disfrutar en unas fechas señaladas o lo que sea, cuando tenga esto aquí, es que voy a ser un privilegiado, porque esto no lo consigue nadie más.