Alcance de la evaluación de disponibilidad para gastos corrientes, de precaución y de excedentes para inversión en bienes no productivos.
Cuando se recomienda a las familias “comprar activos”, previamente hay que hacer una evaluación de dos aspectos, primero, si se trata de un bien productivo, es decir, con fines de lucro, o con otro objetivo, como lo es un equipo para el hogar hasta un vehículo para uso personal y, segundo, si se dispone de recursos financieros para considerar la adquisición del bien duradero.
En el primer caso, cuando se trata de un bien con propósitos de obtención de una ganancia, a través de la producción de un bien o de un servicio para la venta a terceros, se denomina inversión productiva, este tipo de decisión escapa al análisis que estamos realizando porque requiere de otra herramienta financiera: el estudio de factibilidad. En el segundo caso, porque estamos considerando el escenario de grupos familiares cuyos ingresos no generan suficiente excedente para iniciar negocios formales o realizar inversiones financieras.
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