Cómo entrenar a la IA para que entienda realmente tu negocio

¡Hola, emprendedores y emprendedoras en la vida! Soy Juan Merodio.

Hace algunos meses, durante una sesión estratégica con una empresa mediana del sector B2B tecnológico, se respiraba entusiasmo. Acababan de implementar un asistente de inteligencia artificial con el objetivo de revolucionar su proceso comercial. La propuesta era ambiciosa, generar emails de ventas personalizados, calificar leads automáticamente y extraer insight del CRM para mejorar las decisiones comerciales.

Todo esto suena genial, ¿verdad? Pero una semana después, su equipo estaba frustrado. Los correos sonaban fríos y genéricos, la puntuación de leads no tenía lógica y los insights eran irrelevantes. La herramienta funcionaba. El problema no era la guía, el problema era el contexto. Le habían alimentado con datos, pero no con significado.

Y en el nuevo paradigma digital, eso marca la diferencia entre el éxito y la irrelevancia. En el podcast de hoy te enseñaré cómo entrenar a la inteligencia artificial para que realmente entienda tu negocio. Pero antes, como siempre, ¿estás cansado de hacer cursos genéricos? En TechDi tenemos para ti programas de acompañamiento y planes de formación online a tu medida, con un tutor a tu lado, mentorías de seguimiento y sesiones prácticas de trabajo online. Únete ahora a la lista de acceso, te dejo un enlace en la descripción. Estamos en el episodio 976 y hoy es lunes 6 de octubre de 2025. Hoy en día, gran parte de las conversaciones sobre la inteligencia artificial en los negocios suele girar en torno a capacidades técnicas.

¿Puede generar contenido? ¿Puede automatizar tareas repetitivas? ¿Puede predecir comportamientos? Y la respuesta es sí, puede, pero eso no es suficiente. La IA no viene a pensar por ti, viene a acelerar las decisiones que tú ya sabes tomar, siempre y cuando entiendas tu negocio.

Y esa comprensión solo se alcanza si le das el contexto estratégico y operativo.

JM, bienvenido a este nuevo episodio.

Muchas gracias Juan, encantado de estar aquí como siempre. Y tienes toda la razón. La inteligencia artificial es un poco como ese copiloto que no te va a decir qué carretera coger si tú no tienes ni idea de a dónde quieres ir. Al final lo que nosotros intentamos aquí es contarle a nuestra audiencia cómo pueden usar estas herramientas sin lloverse lopos, y sobre todo, sin perder el norte de su negocio.

Creo que estarás de acuerdo conmigo que vivimos en la era del exceso del contenido. Un montón de newsletters, de e-mails, de e-books, de redes sociales, de páginas de producto… Pero, ¿cuántos de esos esfuerzos realmente generan impacto? Porque el contenido sin contexto es solo ruido. El contexto es el pegamento invisible que da sentido a todo lo que haces. Es lo que permite a una IA entender quién es tu cliente ideal, escribir como si lo hiciera tu propio equipo, y sugerir acciones alineadas con tu propósito. Porque esto no va de usar más herramientas. Esto va de enseñar a las máquinas cómo funciona tu mundo.

Para ello, vamos a explorar las cinco capas de contexto que debes construir para que la IA entiende tu negocio y funcione como tiene que funcionar.

En los últimos años he trabajado con empresas que buscan implementar la IA. Pero he identificado un patrón claro. Las que triunfan no son las que usan más tecnología. Son las que conocen su negocio en profundidad y han sistematizado ese conocimiento. Por lo que estas cinco capas de contexto con las que trabajo con mis clientes te ayudarán a hacerlo progresivamente.

La primera es la claridad funcional. No puedes delegar lo que no tienes claro, por lo que define con precisión. Y digo con precisión. ¿Qué haces? ¿A quién sirves? ¿Qué problemas resuelves? ¿Y qué te diferencia? Y asegúrate de que esta claridad está presente también en tu web, en tus redes sociales, en tus propuestas comerciales y en tus materiales internos.

La segunda es la comprensión profunda del cliente. La IA solo puede generar mensajes efectivos si sabe cómo habla y que siente tu cliente ideal. Por lo que documenta sus frustraciones reales, lo que quiere lograr, el lenguaje que utiliza. En tercer lugar tenemos el tono y la voz de marca.

Por defecto, una IA suena neutra. El resultado al final es contenido insípido, sin alma. Pero si le enseñas el tono adecuado con tu marca, atrevido, técnico, relajado, podrás replicarlo con muy buena consistencia. En cuarto lugar tenemos la consistencia entre plataformas.

Tu página web dice una cosa, pero tu perfil de LinkedIn otra completamente distinta. Ese desajuste confunde a las personas y a las máquinas aún más. La IA construye lo que se llama un grafo de conocimiento. Cada dato que encuentra sobre ti forma una imagen digital.