Cómo gestionar el tiempo para ser más productivo - Sergio Fernández, Instituto Pensamiento Positivo

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¿Alguien por aquí le gustaría tener un poquito más de tiempo? ¿Alguien en la sala? Bueno, pues a todos los que habéis levantado la mano os podéis ir porque no tengo nada para vosotros en el resto del rato.

Voy a reformular la pregunta. ¿A alguien le gustaría administrar mejor su tiempo? A todos los que habéis levantado la mano estáis en el sitio adecuado.

Primera idea clave, no se puede tener más tiempo, no tienes poco tiempo.

La primera petición que te tengo que hacer es que te comprometas a no volver a decir nunca, jamás, no tengo tiempo.

Ponte la mano en el corazón ahora mismo, va.

Dime, Sergio, ¿te prometo que no voy a decir no tengo tiempo? Me he quedado con todas vuestras caras.

No, es muy serio este tema. Mirad, el tiempo es la vida.

Es decir, cuando tú estás vivo, en realidad lo que tienes es tiempo, a diferencia de cuando estás muerto.

Bueno, en realidad hay personas vivas que van por la calle y ya están muertas, pero en general se podría decir que si sigues el movimiento sigues teniendo tiempo y, por tanto, sigues teniendo vida.

Es muy importante que entendamos que cuando decimos no tengo tiempo, en el fondo lo que estás diciendo es no tengo vida.

De modo que, salvo que quieras que eso se convierta en una realidad y que tú quieras decir, hola, no quiero tener vida, ¿es el caso de alguien en la sala? No, ¿verdad? No vuelvas a decir no tengo tiempo.

Di, eso sí, aún no sé gestionar bien el tiempo. En realidad el tiempo tampoco se puede gestionar, lo que puedes es gestionar tus prioridades.

Y esto nos lleva de cabeza a la segunda idea.

No se puede gestionar o administrar bien el tiempo, aunque antes os he hecho un poco el chascarrillo, en realidad lo único que se puede administrar bien son tus prioridades.

Cuando las personas dicen, hola, soy Antonio y no tengo tiempo, en realidad, aparte de que queda muy cool decirlo socialmente, ¿a que queda bien? ¿Sí o no? ¿A que queda que eres el más guay del grupo si llegas y dices, no, es que no tengo tiempo, chicos, es que estoy tan ocupado, tengo una vida tan interesante, ¿a ti te da tiempo hacer las cosas? Debe ser que tienes una vida mediocre sin actividad.

¿A que el subtexto es este, sí o no? El que más ocupa está del grupo, gana.

Hay reglas no escritas.

El primero que grita en una conversación, pierde.

Esto lo sabemos, ¿no? Estás en una conversación y el primero que sube la voz, pierde la conversación.

Y esto es lo mismo.

En un grupo, el primero que dice, no, es que no tengo tiempo, es como el más ocupado, como el más guay.

Bueno, pues yo, mi petición para arrancar esta charla, luego vamos con las claves prácticas, como siempre, pero la primera idea es, no vuelvas a decir no tengo tiempo.

Di, aún no sé administrar bien mis prioridades.

Fijaros que la emoción de no tengo tiempo solo sucede, bueno, podría suceder por dos razones.

La primera es porque un día te levantas y, de repente, dan las 12 de la noche y han pasado solo 18 horas.

Un caso rarísimo.

Entonces, te puedes convertir en un caso de una película de ciencia ficción, y dices, oiga, que mis días tienen 18 horas.

Y la película se llama No Tengo Tiempo.

De los directores de Nací Sin Cabeza llega ahora No Tengo Tiempo, ¿veis? O sea, es una cosa absurda.

Has tenido el mismo tiempo que todo el mundo, has tenido 24 horas.

Pero, en realidad, lo que ha sucedido es que te has dedicado a poner delante de cosas que eran importantes, cosas que eran poco importantes.

Así que, ¿está clara esta idea? Sí, para arrancar, es decir, cuando dices, o tienes la emoción de no tengo tiempo, lo que está sucediendo en el fondo, insisto en esta idea para que nos quede claro, lo que deberías decir es, hola, no administro bien mis prioridades, me paso el día haciendo fruslerías, me paso el día haciendo cosas poco importantes, me paso el día haciendo chorradas, llega el fin del día y siento que no he hecho lo verdaderamente importante.

¿Está claro esto? Siguiente idea.

El tiempo es un recurso.

Es un recurso que nos regala generosa y abundantemente la vida.

¿Para qué? Para que podamos llevar a cabo nuestra misión en este planeta.

Solo podrías tener la sensación de que no tienes tiempo si, en lugar de estar cumpliendo con tu misión y con tu propósito en este planeta, estuvieras cumpliendo con la misión y el propósito de otro ser humano, o peor aún, no estuvieras cumpliendo con el propósito y la misión de nadie.

Es decir, estuvieras avanzando por la vida sin hacer nada, sin hacer nada.