¿Cómo Trabajar En Dos Ámbitos: El Espiritual y El Natural? - Pastora Ana Olondo

Y ahora vamos con la palabra que Dios me ha puesto para este día que primeramente realmente era para mí. Después de la muerte de Moisés, dice la Biblia que Dios le dice a Josué, mi siervo Moisés ha muerto, por lo tanto, ha llegado el momento. Yo quiero que digas conmigo, ¿ha llegado el momento? Lo estoy leyendo en Josué 1, el versículo 2, la NTV, ¿de acuerdo? Entonces lo leemos, mi siervo Moisés ha muerto, por lo tanto, ha llegado el momento. Esto nos habla de que todo tiene su tiempo, como dice la palabra tiempo y ocasión, de que guíes a este pueblo, a los israelitas, a cruzar el río Jordán y a entrar en la tierra que les doy.

Ah, tremendo, me tocó, ha llegado el momento, porque siempre corremos detrás de ese momento, pero hay un tiempo en el que Dios dice ahora, es ahora, y Josué no podía liderar si Moisés seguía vivo. Entonces, por mucho que Josué hubiera hecho, tenía que morir Moisés para ser su tiempo. Algo tiene que morir en ti para ser tu tiempo. ¿Lo estamos entendiendo? Bueno, todos nosotros, sin excepción alguna, todos nosotros en algún punto de nuestra vida, o ya hemos llegado ahí, tenemos que estar al frente de algo o de alguien. Tal vez estás al frente de una empresa, estás al frente de una familia, los hombres están al frente de una familia, las mujeres lidiamos con los niños, lidiamos con tantas cosas, algunas con las cuentas, con la compra...

Bueno, ahora todo el mundo lidia con algo en la vida y el que dice pues yo no lidio con nada y no estoy al frente de nada, te voy a decir que estás al frente de tu propia vida. Entonces, para que la cosa te vaya bien y para que tengas éxito en ese liderar el algo o alguien que Dios te ha colocado, yo creo que tú tendrías que aprender principios bíblicos, aprender cómo otros han podido tener éxito en esa área. ¿Cuántos están de acuerdo conmigo? Cuando uno quiere ser empresario, estudia empresariales. Cuando uno quiere ser peluquero, estudia peluquería. ¿Por qué? Porque se quiere entrenar en aquello en lo que quiere tener éxito.

Y la Biblia nos ha hablado, por lo menos a mí me fascina, la manera en la que Dios entrenó a Josué. Ahí está escrito, porque mucho antes de este nombramiento, aquí había llegado el tiempo, pero mucho antes de ese nombramiento vemos, el que sabe leer entre líneas, vemos cómo Dios preparó, trabajó a través de las situaciones que vivía Israel, a través de las situaciones que a Josué le tocó vivir con Moisés. Dios iba preparando a Josué en carácter, levantándolo como líder. Dios hizo tremendas cosas antes de que llegara su tiempo, porque Dios sabía que en el momento, en ese por lo tanto ahora es tu tiempo, en ese momento, si él no estaba preparado, él podía perder la oportunidad. Tiempo y ocasión acontecen a todos.

Es ese espacio que Dios ha preparado desde la eternidad, donde te va a acontecer, porque acontecen a todos. Lo que sucede es que algunos no estamos preparados en el tiempo y oportunidad, y perdemos la oportunidad, ¿entendemos? Entonces yo quiero traerte este mensaje para que tú vayas también diciéndole al Señor, yo quiero que me prepares, que hagas todo lo que tengas que hacer, porque como yo siempre digo, no es tanto la lección que yo te puedo dar aquí, la impartición incluso que te puedo dar, no es tanto eso como la práctica que tú vas a tener en la vida ahí afuera, porque las lecciones que vienen en la práctica llegan mucho antes, se aprenden mucho más rápido y se graban mucho más profundo. Entonces Josué tuvo este tipo de enseñanza. Josué realmente no tuvo libros de texto como tenemos hoy en día para aprender y es maravilloso.

Sabéis, no estoy en contra de los estudios, impartimos estudios, pero estoy hablando de esa otra escuela del espíritu de la que siempre os hablo, que uno tiene que matricularse de la mano del Señor, decirle al Señor que los acontecimientos, las personas que tengo alrededor, mi propia pareja, mis hijos, todo me sirva de escenario para mi escuela, ¿entiendes? Entonces tú solo con tus palabras te matriculas en la escuela del Señor y el Señor dice, ajá, yo tengo un destino para ti, pero antes de que llegue ese por lo tanto ha llegado tu tiempo, antes de esa palabra déjame entrenarte. Hay alguien que alza la mano y dice yo voy a dejar que Dios me entrene. Hay alguien que le da el aplauso y le dice, aquí estoy, voy a hacer ese ruido para ti, Señor, para que sepas que yo te estoy dejando que tú me entrenes.

Bueno, pues la primera vez que se menciona a Josué en la palabra está en Éxodo 17. Es en esa batalla, creo que se llamaba la de Refidín, ¿verdad?, que donde ellos enfrentan a Malek. Los amalecitas fueron unos de sus grandes enemigos de