Con un par de pelotas (14/04/25)

A tercera división, todavía hoy resuenan los ecos de la victoria mientras algunos, y no queremos señalar a nadie, siguen suciendo los típicos síntomas de la resaca de la fiesta.

Para hablar del triunfo deportivo que no de la resaca, hemos invitado hoy algunos de los miembros del club, empezando por su entrenador, Daniel de los Reyes, buenas tardes y muchas felicidades, y a uno de los jugadores más emblemáticos del club, Aymen Hamoudi, buenas tardes.

Bien, pues a la primera oportunidad Manolo fuera vencida, con un pabellón lleno a reventar y una afición entregada al equipo, el pasado sábado se disputó un partido de fútbol sala entre el CD Celestina y la agrupación deportiva Villarrubia de Santiago, donde ambos equipos se jugaban el ascenso a tercera división, en la clasificación le separaba solo un punto a favor del equipo bolonano, a falta de dos jornadas y no hizo falta más.

El CD Celestina se lanzó a por el partido desde el primer instante y los goles aparecieron con el juego y en menos de diez minutos el marcador era de tres goles a cero.

Antes de que finalizara la primera mitad el equipo visitante apretó la meta local y marcó un gol que le añadió un poco de incertidumbre al encuentro, pero dos goles tempraneros en la segunda parte sentenciaron prácticamente el choque y cuando el partido se acercaba a su final un gol del Villarrubia solo maquillaba un encuentro donde el CD Celestina demostró ser digno, merecedor de la victoria y del ascenso.

Fuimos testigos presenciales, que no oculares, cuidado.

Que no oculares, y ahora despejaremos esa incógnita.

Y con el pitido final del árbitro se desató la alegría y el delirio de la afición.

Los jugadores y el equipo técnico de ambos equipos se saludaron de forma deportiva y a partir de ahí se rompió el guión.

Los jugadores locales corrieron a festejar con su afición la victoria, dándolos al campo, manteando y eso ya es un clásico al entrenador.

La grada era un clamor y, en fin, todos aquellos que tuvieron la suerte de asistir al encuentro podemos decir aquello de yo estuve allí.

Yo estuve allí.

Dani, pocas cosas en la vida dan tanta satisfacción como un logro compartido, ¿no? La verdad es que sí, bueno, uno está acostumbrado a leer y hacer las crónicas cada fin de semana y he de decirte que cuando lo lees, cuando lo lee otra persona, en este caso lo leo con los recuerdos a la cabeza y la verdad es que siento un tremendo orgullo del equipo y sobre todo de los años que hemos estado ahí para conseguir lo que vivimos el sábado.

En la historia de un sueño hecho realidad, ¿sabes que ese día ha sido bonito? Yo creo que pensamos, sobre todo ese día, sí es cierto que empieza como nublado con este tiempo y lloviendo, pero durante la semana se notaba que era diferente, sí es cierto que en el grupo nuestro intentaba no cambiar nada, con la misma dinámica, los lunes manda la planificación de la semana, sí es cierto que tenía preparado un mensaje de gente que ha estado durante muchos años en el club y creo que le podía dar un puntito de motivación a los chicos, porque muchos de los chicos que ahora han conseguido un ascenso los han visto a estas leyendas que les llamamos nosotros, les han visto jugar, algunos han entrenado incluso con ellos y yo creo que ese puntito es el que quería darles a ellos y también un poco el reconocimiento de estos 14 años ¿vale? Y nada, luego entre ellos igual sí que es verdad que se mandaban ánimos, se mandan ánimos, se motivan, pero el sábado por la mañana no había ningún mensaje, todo estaba en calma en el grupo del equipo, por lo menos el que tienen compartido conmigo, no sé si en otro grupo que tengan ellos, pero en el que tienen compartido con los entrenadores, con algunos miembros de la directiva, todo era calma, eso era la concentración, era la concentración y ahora todo lo pasado pues luego ya sí que quedaron todos juntos a tomar el café y bueno algunos se confundieron de hora, quedaron a las 4 y media, algunos se presentaron ya a las 3 y media, los nervios, los nervios, quiere decir que no te invitaron, no, ya sabes, me invitaron pero sí es verdad que suelo ser un tío que...