CONSELLO DE BRUXAS 9: La Silla.

Cuentan que, desde tiempos ancestrales, mujeres sabias con profundos conocimientos sobre la
vida y sobre el ser humano, se reunían en secreto para conspirar a favor del mal.
Aquí en España, más concretamente en la zona de Galicia, de donde es oriunda nuestra
queridísima Montse Cosín, a estas mujeres de oscuro proceder se las conoce como meigas,
porque su propósito, dicho en galego, era enmeigar, es decir, hacer el mal a otras personas
o animales, y para ello, hacían un pacto con el diablo.
Sin embargo, al mismo tiempo y por el otro lado, también desde tiempos ancestrales han
existido muchas mujeres sabias y con profundos conocimientos sobre la vida y sobre el ser
humano, que se han reunido en secreto para conspirar a favor del bien.
A estas mujeres no hay que confundirlas con meigas, sino que son brusas, y se encargan
de hacer el bien y de compartir sus conocimientos y su sabiduría con todas las personas que
se quieran iniciar en la magia de hacer el bien.
Por eso, ahora, en Más allá del Pilates, te damos la bienvenida a una nueva reunión
de nuestro gran Consello de Brusas.
Una sección dirigida y moderada por Montse Cosín, en la que podrás escuchar las deliberaciones
del cónclave de maestras que, en cada entrega, Montse reunirá para hablar sobre un asunto
muy concreto en el que hacer el bien, a través del método Pilates.
Ya lo sabes.
Esto es...
Consello de brusas con Montse Cosín
Hola a todos, soy Montse Cosín y os quiero dar la bienvenida a un nuevo Consello de Brusas,
donde hablamos de temas relacionados con el método Pilates.
El tema del consello de hoy va a ser el trabajo en la silla.
Vamos a hablar de los diferentes tipos de sillas clásicas y qué nos aporta la silla
comparado con el trabajo en el MAC y en el resto de los aparatos.
Compartiremos nuestras ideas y espero que os resulte interesante.
Para ello, me acompañan mis tres maravillosas brusas.
Voy a dar la bienvenida a Rocío Cárteles, que está en Barcelona.
Buenas tardes, Rocío.
¿Cómo estás?
Buenas tardes a todos.
Encantado, de nuevo, de estar aquí con vosotras.
Mabel Cabrera, que está en Madrid.
Tamave, buenas tardes para ti también.
¿Cómo estás?
Muy bien.
Encantada, de nuevo, de seguir y continuar estas charlas que tenemos.
Encantadísima.
Con todos, un saludo.
Muy bien.
Y Elena Barley, que está en Córdoba, México.
Buenos días para ti, Elena.
¿Cómo estás?
Buenos días a todas.
Buenas tardes.
Y, pues, nada, aquí, feliz año, porque no las he visto desde el año pasado.
Así es que un honor de estar otra vez aquí con ustedes.
Gracias.
Pues, bienvenidas y, efectivamente, feliz año para todas.
A ver qué nos depara este año.
Pues, si os parece bien, voy a dar una brevísima introducción sobre los diferentes tipos
de sillas clásicas para pasar luego ya al diálogo.
Tenemos tres tipos distintos de sillas.
Tenemos la silla alta, o también conocida como electric chair, que se asemeja a una
silla común y corriente, pero a ella le sumamos dos barras laterales que tienen como
objetivo el poder sujetarse a la hora de realizar los ejercicios.
Además tiene un respaldo sólido que sirve para facilitar la alineación de la columna
y de los miembros inferiores.
A esto le sumamos un pedal enganchado a la estructura con dos muelles.
Es ideal para principiantes, ya que todas las progresiones las realizaríamos en la
silla Wanda.
La silla Wanda fue diseñada por Josep Pilates para la bailarina Cathy Grant.
La primera patente se solicitó en 1931 y esta silla es diferente a la que conocemos
actualmente.
Estaba especialmente diseñada para el trabajo del pie plano y tenía partes reemplazables
que han ido desapareciendo y solo tenía un resorte.
En las fotos de los años 1934, más o menos, ya aparecen en la silla Wanda.