Soy Fernando Díaz Villanueva, hoy es 23 de marzo de 2025, y esto es la Contracrónica.

Bienvenidos a la Contrarréplica, tal y como os prometí el otro día, el jueves exactamente, os prometí que tendríamos hoy una Contrarréplica temática. Temática sobre un tema muy concreto del que hemos venido debatiendo a lo largo de la última semana, el aborto. Nunca hemos hecho una Contrarréplica temática aquí, a pesar de que llevo haciendo Contrarréplicas desde hace ya 9 años sobre el aborto, si en alguna ocasión ha salido.

Pero resulta que la semana pasada una contrascucha llamada Paloma dio pie a un debate que la verdad promete no sé si eternizarse pero sí continuar durante mucho tiempo. Así que como la semana pasada a lo largo de esta última semana me han llegado muchísimas notas de voz y las estaba pasando, pensé dedicar una Contrarréplica solo a este tema.

Es un tema muy interesante, uno de estos debates eternos, creo que el que más y el que menos alguna vez ha debatido sobre esto del aborto. Y ya era raro que nunca lo hubiésemos tenido en la Contrarréplica, a pesar de que aquí en estos últimos casi 9 años hemos debatido sobre los temas más peregrinos, en algunas ocasiones varias veces sobre el mismo tema. No tengo ningún problema, si tenemos que volver a debatir sobre el aborto dentro de un año o dos, perfecto.

De hecho este espacio, el de los domingos, está pensado para hablar de estos temas de fondo.

Normalmente traemos varios, o me traéis varios, mejor dicho, pero en este caso, como sucedió a principios de este mismo mes, no, fue a principios de este mes, sí, sí, o finales del pasado, cuando lo de Zelensky y Trump había tantas notas de voz y había ocurrido algo que será de la actualidad, pero había ocurrido algo tan gordo que decidí hacer la temática.

Bien, el de la semana que viene ya será normal, o eso espero, así que si queréis mandar vuestras notas de voz os voy a dar el número de WhatsApp. Ya sabéis que son notas de voz, no mensajes de texto, porque si me mandáis mensajes de texto, pues bien, yo seguramente los lea, siempre y cuando no sean muy largos, pero no los voy a leer en antena, es decir, no los voy a leer y me los voy a quedar para mí.

Tenéis que agarrar vuestro teléfono, muy sencillito, tenéis más que pillar el teléfono, abrir la aplicación de WhatsApp y grabar, hacer así y esto pues se graba, pero para eso necesitáis antes el número de WhatsApp, que es el 690 827909. En el caso de que no estéis en España, bueno, como es mi caso ahora mismo, que estoy en Inglaterra, pues tendréis que meter más 34 adelante en la agenda. Ya sabéis que en WhatsApp, si no tenéis el número metido en la agenda, pues no podéis enviar ni notas de voz ni mensajes de ningún tipo. Bien, pues dicho esto, vamos con el tema de la contrarréplica.

Va a salir algo larga, me temo, porque el tema da para hablar mucho tiempo sobre él y además, y esto es importante, los contrascuchas que van a participar, a ver si me entran seis o siete notas de voz, han enviado mensajes largos, lo cual se agradece. Quiero decir largos de 4 o 5 minutos, porque es un tema que da pie a hacer muchas matizaciones.

Esto no es un asunto que se pueda despachar en cuestión de unos segundos o de solo un minuto. Así que algo me dice que va a ser una contrarréplica más larga de lo habitual. Lo digo porque si estáis interesados, lo mismo, pues casi casi merece la pena escucharla en dos tandas o verla en dos tandas, que ya sabéis que desde hace unos meses hago este programa también en vídeo. Bien, pues dicho esto, pasamos ya a la contrarréplica.

Vamos a empezar esta contrarréplica tan deseada por lo demás, porque me han llegado incluso algunas notas después de que yo lo dijese aportando nuevos elementos. Vamos a empezarla con Piedad. Piedad es una contrascucha que está en Estados Unidos, en California, concretamente, y que nos habla de cómo ha cambiado la legislación sobre el aborto tras aquel fallo del Tribunal Supremo hace ya casi tres años, que devolvió, recordadlo, la competencia al respecto relativa a la prohibición o permitir el aborto la devolvió a los estados. Como ya sabéis, pues hasta desde el año 1973 era algo que se legislaba en los estados, pero ninguno de ellos podía prohibirlo directamente.

Bien, vamos a escuchar a Piedad que el caso de California lo conoce bien y también, por supuesto, Me alegré mucho cuando llegué a este país y vi que las mujeres aquí tenían derecho al aborto, o derecho a la decisión, si no abortar. Trabajé varios años en una clínica comunitaria en la que cuando llegaban se les explicaba las opciones que tenían, tanto para cuidar de su bebé,