El mundo coworking sigue creciendo y diversificándose. Esta vez, os hablamos del cookworking, el coworking para cocineros. La comunidad forage, de los amantes de la comida y los productos locales, ya tiene un espacio propio. Hace unos años hicieron un amago con los, ya desmantelados, Underground Markets, pero ahora la economía colaborativa ha abierto una nueva puerta a los emprendedores gastronómicos: los cookworkings.
MÓNICA
En la corte de Luis XIV de Francia, “El Rey Sol”, no se andaban con tonterías a la hora de comer; siempre había de todo y en abundancia, especialmente en las ocasiones señaladas. Por ese motivo, cuando Vatel, el famoso cocinero y maestro de ceremonias del marqués Nicholas Fouquet, recibió la noticia de que su señor había invitado al mismísimo rey y a toda su corte a un banquete en el castillo, decidió echar toda la carne en el asador…literalmente. La comilona duró tres días y tres noches, con menús temáticos para cada uno de los cinco servicios diarios, en un acontecimiento que se recuerda como uno de los grandes hitos de la historia gastronómica de Francia… aunque Vatel no llegó a enterarse nunca porque se quitó la vida antes de que acabara. Se han barajado muchas hipótesis sobre este asunto: estrés, angustia, desamor e incluso el pescado, que no llegó a tiempo… No lo sabremos nunca y su muerte siempre será un misterio.
LA MÚSICA SE CORTA DE PRONTO, CON EFECTO DE DISCO RAYADO
A lo mejor, si Vatel hubiera vivido en nuestros días, se habría ahorrado todos los disgustos que le llevaron a este final, en un coworking. Puede sonar raro, pero por muy loco que esté el Rey Sol de turno, no hay nada como un espacio preparado, bien comunicado y equipado con lo último en cocina, para solucionar todos los banquetes que caigan, en vez de estar solucionando marrones en un incómodo castillo. ¿Y de qué espacio estamos hablando? Nada más y nada menos que del ‘cookworking’: el coworking para cocineros”.
Hoy os vamos a contar cuáles son los ingredientes que necesita un buen cookworking. Adelante, Peláez (Peláez es nuestro becario, es que este podcast da mucho trabajo).
VOCECITA
Vamos a ver…
VOCECITA
Aquí dice que lo primero que hace falta son… ¡Buenas instalaciones!
MÓNICA
¡Exacto! Todos aquellos que no quieran pasar por el trago de financiar el espacio necesario, los utensilios, las licencias y todo lo que hace falta para montar un negocio gastronómico, deben saber que hay opciones. Por ejemplo, en Estados Unidos…
VOCECITA
¡Hala! ¡Qué lejos!
MÓNICA
Tranquilo, Peláez, que ahora vamos a España… Emmm, ¿en qué estábamos?… Ah, sí, decía que en Estados Unidos hay dos corrientes de cookworking. Una es la que representa Forage Kitchen, en San Francisco, que ofrece a los usuarios lo que nos acaba de decir Peláez, unas buenas instalaciones con cocinas comerciales, oficinas y espacios para talleres, entre otros servicios… Y la otra corriente nos lleva al siguiente ingrediente de la receta de un buen cookworking… (Carraspeo)
VOCECITA
Eh… Ay, espera que no lo encuentro.
¡Ya está! El intercambio en el que todos salen ganando.
MÓNICA
¡Exacto! Esa es la otra corriente del ‘cookworking’ en Estados Unidos y que representa FoodLab en Detroit. La idea consiste en conectar a los emprendedores con dueños de cocinas que se usan poco y que, a su vez, hacen las veces de mentores. Así, los emprendedores aprenden y los mentores, se sacan un dinerillo.
En España, también hay espacios basados en estas ideas, como Sharing Kitchen, una plataforma que pone en contacto a personas que tienen cocinas comerciales con cocineros. Así, los profesionales pueden olvidarse del rollo de los costes fijos y las licencias.
Pero la mayoría de los espacios españoles tienen un añadido extra que nos lleva al tercer ingrediente de la receta que es...
VOCECITA
¡La formación! Ahora sí que no me has pillado.
MÓNICA
Ay, qué bien, Peláez… ¡Estás hecho un profesional! Efectivamente, hay varios ‘cookworkings’ españoles que funcionan también como escuela. Es el caso de Contacto Cocina en Madrid, que cuenta con 400 metros cuadrados de instalaciones con todo lo que un chef pueda soñar: tienda de productos, cocina profesional, despachos y espacios para que los cocineros enseñen a sus alumnos todo lo que saben…
En esta línea también tenemos a La Patente, en Barcelona, uno de los espacios colaborativos más longevos de la ciudad donde se celebran todo tipo de talleres, catas y eventos.
Pero esta receta no estaría completa sin el último ingrediente.
VOCECITA
¡La comunidad!
MÓNICA
¡Efectivamente! Un coworking no es nada si no tiene una comunidad. Es el caso de L’Obrador en Barcelona, un lugar donde los artesanos y emprendedores pueden llevar a cabo sus proyectos en un espacio de cocina profesional que fomenta la comunidad y las colaboraciones.
¡Y con estos ingredientes bien mezclados ya tenemos el perfecto cookworking! Ay, si Vatel levantara la cabeza…
VOCECITA
Pobrecito…
¡Y hasta aquí “Mundo Coworking”! Dentro de quince días volveremos con un nuevo programa en el que te seguiremos contando cosas apasionantes de este sector que tanto nos gusta. Además, cada dos meses publicaremos una entrevista en profundidad con un coworker de The Shed Co para que nos cuente los entresijos de su profesión, los aspectos más interesantes de su trabajo y cómo vive su experiencia en un coworking.
Por cierto, si te ha gustado el programa. ¡No te cortes! Estamos deseando escuchar tu opinión: déjanos tus comentarios, valora el programa con esas cinco estrellas que tanto nos gustan y compártelo con tus amigos. Por supuesto, si te apetece probar el mundo del coworking, te esperamos en The Shed Co. Llámanos al 910821072, escríbenos a hola@mundocoworking.es o visita nuestra web: www.mundocoworking.es.
Estaremos encantados de conocerte y de abrirte nuestras puertas.
¡Hasta el siguiente programa!
Comentarios
Muy buena idea lo de reutilizar cocinas con coworking, aunque el nombre quizas no sea lo mejor, al menos para los españoles, se confunde fácilmente.