Corazón cerrado 15-08-25.mp3

¿Conventarás conmigo o qué? Pues bien, ese es mi vicio. Me gusta provocar. Adoro ese suplicio.

Si pudieras dejar esa costumbre a Ciagán, la fortuna y la gloria...

¿Qué te quieres que haga? ¿Buscarme un protector? ¿Un amo, tal vez? ¿Y como yedra oscura que sube la pared, medrando sirilina? ¿Y con adulación cambiar de camisa para obtener posición? No, gracias.

¿Dedicar, si viene el caso, versos a los banqueros? ¿Convertirme en payaso? ¿Adular con vileza los cuernos de un cabestro por temor a que me lance un gesto siniestro? No, gracias.

¿Desayunar cada día un sapo? ¿Tener el vientre pantón? ¿Un papo que me llegue a las rodillas con dolencias pestilentes, de tanto hacer reverencias? No, gracias.

¿Adular el talento de los camelos? ¿Vivir atemorizado por infames libelos y repetir sin tregua...

..."Señores, soy un loro, quiero ver mi nombre escrito en letras de oro"? No, gracias.

¿Sentir terror a los anatemas? ¿Preferir las calumnias a los poemas? ¿Coleccionar medallas? ¿Urdir palacias? No, gracias.

¡No, gracias! ¡No, gracias! Estar solo, tener el ojo avizor, la voz que vibre...

...ponerme por sombrero el universo, por un sillo, por un no, un verso.

Despreciar con valor la gloria y la fortuna, viajar con la imaginación a la luna.

Solo alquedar es reconocer los méritos.

No pagar jamás por favores pretéritos.

Renunciar para siempre a cadenas y protocolo.

Posiblemente no volar muy alto, pero solo.

Proclama tu orgullo bien alto, mi fama.

Dime en voz baja que ella no te ama.