Las Cosas Como VaNe: Ser Valiente, me costó lo más valioso

Decía a mis hijos, es que mi mamá me quemó, mi mamá me quitaba la comida, no me daba de comer, nunca está conmigo en las tareas, nunca esto, nunca lo otro.

Yo agarro al abogado y le digo, ¿qué es esto? O sea, yo volteé y aparte estábamos escuchando.

¿Qué sentías? No manches, fue el peor momento de mi vida, Vanne.

Decía, yo tampoco quiero esa mamá, ¿sabes? Decía, ¿qué clase de mamá es esa? Yo decía, no manches.

Cuando yo procuraba, sí gritaba, ¿no? Algo, la contención, el abrazo, ¿sabes? Entonces decía, no, o sea, no puedo creer lo que estoy escuchando.

Fue muy fuerte, fue muy fuerte.

Yo decía, ¿qué pasó? O sea, ¿en qué momento? O sea, claro que...

En Las Cosas Como Vanne estamos a punto de comenzar una nueva temporada y esta vez nos adentraremos en lo más profundo de lo humano.

Historias de vidas reales, personas comunes y corrientes que con sus experiencias nos regalan enseñanzas, nos mueven el corazón y nos inspiran a ver el mundo con otros ojos.

En cada episodio de esta temporada 6 encontrarás pedazos de vida, de esos que te hacen pensar, te hacen sentir, pero sobre todo comprender que en lo cotidiano también habita la grandeza.

Acompáñame a escuchar, a aprender y a crecer juntos desde lo más auténtico.

Este es un capítulo muy especial porque tenemos mucho tiempo queriéndolo hacer y yo dije, no se va a llevar a cabo hasta que previo a este episodio tengamos a alguien experto para que entonces profundicemos aquí en Las Cosas Como Vanne y tengamos el conocimiento de lo que es algo que de verdad me enchina la piel, violencia vicaria.

Entonces en el episodio pasado tuvimos a la jueza Berta Orozco que nos habló perfecto de todo esto para quienes no conocían qué era la violencia vicaria.

Es más, quienes ya estaban sufriendo violencia vicaria y no se habían dado cuenta que la estaban sufriendo y padeciendo.

Y ya que nos dio este panorama, entonces ahora sí pude llevar a cabo este episodio que tenemos meses cocinando con alguien que en carne propia sufre, iba a decir ha sufrido, no, sigue sufriendo de violencia vicaria.

Y creo que la mejor forma de conectar con las personas y de poder tener este sentido de empatía y de decir algo está pasando y que podamos ayudar y poner un granito de arena y que mucha gente allá afuera abra los ojos es pudiendo identificarnos con alguien que realmente lo esté padeciendo y que lo esté sufriendo y que le esté doliendo.

Bienvenida, Héloe.

Gracias, Vanne.

Tú solita vas a decir tu nombre completo porque si no se van a burlar de mí.

Estaban esperando que yo dijera el nombre completo de estas méndigas para cagarla.

Pero, no, o si no así de cariño, Hélo.

Héloe.

Gracias por venir aquí y por poner la vulnerabilidad en este espacio y por hablar de algo tan complicado, tan delicado y tan fuerte porque estás poniendo parte de tu privacidad y yo sé con qué intención lo haces.

O sea, cuando tú y yo nos comunicamos hace meses, tu intención, y en ese momento estabas muerta de miedo y era esta parte en la que cómo lo haremos, era que muchas mujeres escuchen de qué se trata y que muchas mujeres pongan un alto y que sepan cómo identificar y cómo actuar a tiempo, cosa que a ti se te vino encima y no sucedió y estás padeciendo.

Sí, pues, finalmente el miedo todavía sigue, digo, no a como estaba, pero sí consciente de qué más me puede quitar.

¿Sabes cómo? O sea, como él me lo dijo, yo tengo lo que más quieres en tu vida, que son tus hijos.

Entonces, al final del día, pues, dices, ¿qué más me puede quitar? O sea, ¿qué más me puede pasar? Nada.

Entonces, sí, pues, no quisiera hablar mucho de él en sí, pero, pues, siendo una persona narcisista como lo es, pues él, con tanta humillación y violencia, porque yo salí de ese matrimonio demandándolo por las cuatro violencias, por todo tipo de violencia, física, emocional, psicológica y económica, que para mí la más fuerte ha sido la psicológica y la emocional, totalmente.

La física como quiera, te dan una pepa y se te va el moretón, ¿no? Pero este otro tipo de violencia sí ha sido de las más fuertes, que poco a poco he podido irme restaurando, porque sí quedé muy rota, y, pues, la venganza de que cuando él ve que yo salgo y que yo salgo,