El crimen del 112. El crimen de Ponte Caldelas

Ponte Caldelas, provincia de Pontevedra, 28 de noviembre de 2015.

La tranquilidad habitual de este municipio gallego se ve interrumpida por un acontecimiento inesperado.

Un matrimonio se dispone a comenzar su rutina diaria, lo que comenzó como un día corriente, se transformó en un suceso que alteró la vida de esa familia, removió a los vecinos del lugar, y llamó la atención de medios de comunicación de toda España.

Una llamada al servicio de emergencias, un cuerpo sin vida y preguntas que tardarían años en resolverse.

Esto es, Crímenes que marcaron España.

Hoy, el crimen del 112, el crimen de Ponte Caldelas.

Detrás de los hechos, conozcamos las personas clave de este relato.

Manuel Ángel Rivas Muñoz.

Manuel había nacido en 1976, en el momento de los hechos tenía 39 años, vivía en el municipio de Ponte Caldelas, en la provincia de Pontevedra.

Estaba casado con Sandra, y compartía su vida con su mujer en una vivienda del municipio.

Su vida laboral combinaba dos ocupaciones, por un lado era operario en una empresa de construcción, por otro, gestionaba una pequeña charcutería en Arcade, en el vecino municipio de Souto Mayor.

Quienes lo conocían lo describían como una persona de carácter pacífico, reservado, en su familia.

Sin embargo, como sucede en muchas relaciones, también había atravesado momentos de tensión en su matrimonio.

Sandra Martínez Araujo.

Sandra había nacido en 1980, en noviembre de 2015 tenía 35 años.

Estaba casada con Manuel Ángel Rivas Muñoz, y compartía con él una vida en Ponte Caldelas.

Tras la apariencia de normalidad, la relación de pareja atravesaba momentos de dificultad, una crisis que formaba parte de su día a día en aquellos meses.

En el plano profesional, Sandra trabajaba como auxiliar de enfermería, en el Hospital Montecelo, en Pontevedra.

Su labor estaba ligada al cuidado de los demás, una tarea que exigía constancia, atención y entrega.

Quienes la conocían la describían como una mujer activa, sociable, con facilidad para mantener contacto con su entorno.

Sin embargo, también había vivido etapas de inestabilidad emocional, marcadas por miedos y presiones que afectaban a sus relaciones más cercanas.

Marcos Vidal González.

Marcos había nacido en 1975, en el año 2015 tenía 40 años.

Vivía en Arcade, en el municipio pontevedrés de Souto Mayor.

Su vida laboral combinaba dos ocupaciones, trabajaba en labores de mantenimiento en una fábrica, y al mismo tiempo, regentaba una peluquería.

En lo personal, era percibido como un hombre impulsivo.

Su historial de relaciones mostraba episodios de inestabilidad y dificultades, hasta el punto de que algunas personas lo describían como obsesivo y conflictivo.

Había mantenido una relación sentimental con Sandra Martínez Araujo, la esposa de Manuel.

Ese vínculo, que formaba parte del pasado, resultaría relevante para entender el contexto en el que se desarrollaron los acontecimientos.

Así ocurrió, crónica de los hechos.

Manuel y Sandra eran un matrimonio que residía en Ponte Caldelas, en la provincia de Pontevedra.

A pesar de la fachada de normalidad, la pareja atravesaba dificultades.

En 2014, su relación entró en crisis y decidieron separarse de manera temporal.

Durante ese periodo, Sandra comenzó a relacionarse con Marcos Vidal González, un vecino de Arcade en Souto Mayor, donde ambos tenían vínculos.

Marcos tenía un carácter impulsivo y un historial de relaciones conflictivas.

Aunque Sandra negó que aquella relación fuese sentimental en sentido pleno, los mensajes hallados en su teléfono reflejaban un trato frecuente y cercano.

Marcos empleaba un tono afectuoso, mientras que ella justificaba sus respuestas como un modo de apaciguarlo, por temor a su comportamiento obsesivo.