El crimen de Fago

Esta es una historia real. Por respeto a las víctimas, la historia se describe tal y como sucedió, basando la investigación en noticias y sentencias publicadas.

Las grabaciones sonoras que podréis escuchar durante el episodio son emisiones de cadenas públicas tratadas como citas a los eventos.

Hizo un comentario como diciendo, ¿cómo no lo voy a matar si mira cómo está la pista? Santiago Maynard es el autor único, es el autor material de los hechos. Relata cómo cae, dónde cae, cómo la arrastra de la muñeca, qué murió de golpe, cómo estaban colocadas las piedras.

Incluso detalla de una forma muy precisa y detallada de qué tamaño eran, de qué longitud, de qué anchura.

Nos hacía vecinos y se ponía y era un pueblo más. Él es el que se ha dado cuenta que puede perder el ayuntamiento por cuatro votos.

Antes se acababa en la calle con pistolas. Puedes acabar en la televisión, que es cutre, y puedes acabar desgraciadamente en los tribunales.

Porque yo creo que en los tribunales hay veces que dan la razón y hay veces que dan cien gramos de razón a cada uno. Por lo tanto, no soluciona el problema.

Yo creo que, claro, ¿qué dirías? ¿Cuál es la solución? El diálogo.

Una persona bella, muy buena, muy buena. Hizo muchas cosas en este pueblo que aún se pueden ver.

Creo que ese señor estaba enfermo, en mi opinión, en mi opinión. Tenía algún tipo de problema psíquico, que yo no soy técnico para esto, pero yo creo que tenía algún tipo de problema mental.

Y eso unido, pues supongo, a una envidia mala. En fin, yo no sé, claro. Es un tema que no puedo hablarle porque no soy especialista, pero tampoco soy pediatra y sé cuando un niño llora.

Bueno, pues un día vinimos de viaje con unos amigos, dejamos la furgoneta un momento en una plaza y al cabo de no sé cuánto tiempo, una hora, hora y media, se oyó como una pequeña explosión y nos llamaron unos vecinos diciendo que una rueda había sido o rajada, o reventada, o pinchada, o no sé.

Nosotros hemos demostrado que lo que él dijo es absolutamente imposible desde el punto de vista científico. Ya vendrán nuestros peritos para ello.

Solo hay que ver lo que en un momento dijo, que no había tocado el coche del alcalde, luego dice que dos veces, luego que tres, luego que dice que estaba en la puerta de su casa, en la puerta de la ganja.

Evidentemente son contradicciones que nos hacen ver que la declaración verdadera, la auténtica es la que presta cuando le detiene a la Guardia Civil.

Una versión que no dudaría en calificar de insulto a la inteligencia.

El alcalde pues pretendía darle una estructura más moderna a la regulación del pueblo, que las vacas o ganado no pasara por el centro del pueblo, sino que pasara por alrededor.

La ganadería en este pueblo estaba a punto de extinguir porque el alcalde se había empeñado en acabar y públicamente había dicho que iba a parar hasta acabar con la última vaca del pueblo, la última abeja.

Que las tomas de agua no las pudo hacer cada vecino del canal directamente sin encomendarse a Dios y al diablo, sino que hubiera una reglamentación y unos requisitos para poder hacerlo.

Y una serie de cuestiones en las que ni a nadie se le había dado cuenta.