¿Cuánto hemos perdido los españoles por las malas ventas de oro de Zapatero?

¿Cuánto dinero hemos perdido los españoles como consecuencia de las malas ventas de oro perpetradas hace 20 años por el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero? ¡Veámoslo! Entre los años 2004 y 2007, el gobierno socialista de España, presidido en aquel entonces por José Luis Rodríguez Zapatero, decidió vender en los mercados alrededor de 7,8 millones de onzas de oro.

Y tengamos presente que 7,8 millones de onzas de oro no constituían precisamente una cantidad pequeña de este metal precioso. Al contrario, representaban prácticamente la mitad de todas las reservas de oro del Reino de España. Por tanto, en apenas 3 años, el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero se pulió, líquido, vendió, o más bien, mal vendió casi la mitad de todo el oro que tenía como reserva el Estado español.

¡Que se dice pronto, eh! En apenas 3 años, y sin ni siquiera necesidad de pasar por el Parlamento, te desprendes de la mitad de todo el oro que hasta la fecha había acumulado el Estado español. ¿Y por qué lo hicieron? ¿Cuáles fueron los motivos que este gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero adujo para justificar que, en apenas 3 años, el gobierno de España vendiera la mitad de las reservas estratégicas de oro de ese Estado español? Pues los motivos que ofreció el, por aquel entonces, ministro de Economía de España, Pedro Solves, considerado uno de los ministros más sabios, más rectos, más ecuánimes, más moderados dentro de ese gobierno socialista. Ya os podéis imaginar cómo serían el resto. El, por aquel entonces, ministro de Economía, Pedro Solves, expuso dos razones. La primera, que el oro había dejado de ser un activo estratégico.

Y la segunda, en parte derivada del anterior, como ya no era un activo estratégico y el oro no proporcionaba ningún tipo de rentabilidad explícita, no pagaba intereses ni dividendos ni nada parecido, pues entonces había dejado de ser rentable. ¿Y qué sentido tenía que el Estado español mantuviera grandes cantidades de reservas de un activo que ya no era rentable? Pues bien, en retrospectiva, dos décadas después, estos argumentos dirigidos a justificar la liquidación de la mitad de las reservas de oro del Reino de España no han podido estar más equivocados.

En primer lugar, no es verdad que el oro haya dejado de ser un activo estratégico tanto para el sector privado como también para el sector público. De hecho, en los últimos tres años el papel geoestratégico del oro se ha elevado de manera muy sustancial. Desde que Estados Unidos y la Unión Europea decidieran confiscar las reservas de dólares y de euros del Banco Central de Rusia, los bancos centrales no alineados con Estados Unidos y la Unión Europea, por ejemplo Rusia o China, han incrementado de manera muy sustancial sus compras anuales de oro.

¿Por qué? Pues porque necesitan tener reservas de oro al ser éste un activo geoestratégico de primer nivel. Si sólo tienes dólares y euros en reserva y en un determinado momento, por ejemplo, porque hay un conflicto militar o cuasimilitar muy violento entre Estados Unidos y la Unión Europea, y por ejemplo China, tanto Estados Unidos como la Unión Europea deciden bloquearte el acceso a los dólares y a los euros, si tú no tienes oro, ¿con qué pagas en el mercado mundial? ¿O cómo defiendes en el mercado mundial el valor de tu moneda si no tienes acceso a esas reservas de dólares o de euros? Por eso, para obtener autonomía geopolítica frente a Estados Unidos o frente a la Unión Europea necesitas un activo que no sea el pasivo de ninguna de estas potencias estatales, y el activo monetario por excelencia a lo largo de la historia, que no ha sido el pasivo de nadie más, ha sido hasta muy recientemente sólo o fundamentalmente el oro.

En los últimos años podríamos añadir también Bitcoin, pero desde luego el más destacado a lo largo de la historia ha sido el oro. Por tanto, no era cierto que el oro dejara de ser un activo con importancia estratégica o geoestratégica, que durante algunos años o incluso durante algunas décadas el oro no desempeñara este papel de manera muy activa y muy visible, por ejemplo, porque el orden internacional estuviese más o menos pacificado, no hubiese tensiones entre Estados Unidos y China o entre la Unión Europea.