Cuarto Milenio: Expediente Caravaca (el caso tobajas)

Nos embarcamos a un ambiente único, a una época única, porque por algún motivo algo estaba ocurriendo en esta región del sur.

Estratégicamente muy delicada.

Pero claro, aquel febrero del 80, aquel febrero del 80, ¿cómo olvidarlo, queridos amigos? Este flash es solo una pieza de un puzzle, de un mosaico que se compuso especialmente en lo que los expertos podrían llamar incluso flap, o una intensa oleada sobre una región española.

Sé que les encantan estos casos del auténtico investigador de toda la vida, la ufología clásica, vieja escuela.

José Antonio Caravaca, bienvenido como siempre.

Hola, ¿qué tal? Iker, encantado.

Vamos a una zona que no va a ser la primera, ya la hemos visitado en alguna ocasión, volveremos sobre ella, pero tú tenías especial interés en que recordásemos, y con la recreación de nuestros compañeros, un caso, o una serie de casos, concentradísimos en febrero del 80, que van a dejar a nuestros espectadores alucinados.

Sí, porque además es un acontecimiento, una serie de avistamientos y de encuentros que no tienen parangón con ningún otro lugar del planeta, ni tenemos literatura que recoja esa concentración de avistamientos en un lugar muy concreto, en las afueras de Algeciras, tanto que la policía tuvo que poner un dispositivo para controlar el tráfico, porque era una carretera comarcal, una carretera que estaba muy mal indicada, que llegaba al quemadero de basuras, y la gente acudía como en peregrinación para ver ovnis, que acudían puntualmente, casi todas las noches, a altas horas de la madrugada, y se dejaban ver por la zona, y aquello fue un escándalo en la ciudad.

¿Febrero del 80? Sí, prácticamente podríamos decir que la mayoría de los algecireños que miraron en aquellas fesas hacia el cielo se toparon con estas luminarias.

¿Y de qué zona estamos hablando concretamente? Porque es una zona que se adentra en lo que podría ser un, no sé si llamarlo área caliente, punto, por algún motivo que desconocemos, que luego ha ocurrido, y antes ocurrió, pero se concentró especialmente, a nivel de recursos, a nivel de situación.

Es una zona montañosa que se le llama El Cobre, que da también nombre a una populosa barriada de algeciras, y, como digo, en la década de los 80, a principios, tuvo una gran concentración de avistamientos, de luces que se veían volar por el cielo, hacían extraños movimientos, se dejaban caer hacia la sierra, hacia el monte, parecían a veces incluso que atravesaban las montañas y se colaban en el interior, y todo aquello fue un boca a boca, y, como digo, sobre todo en la zona cercana al quemadero de basuras, la gente con sus vehículos acudía y aquello no estaba preparado ni estaba previsto para aguantar ese tráfico.

¿Y hay una primera escena, antes del caso clave que tú quieres contar, o no, que tiene que ver con unos incidentes que parecen preliminares a una escena de terror, a una pesadilla? Sí, digamos que todo el mes de febrero y finales de enero se producen todos estos avistamientos de luces, la gente está un poco extrañada, no sabe lo que son, y hay una barriada también, La Granja, que también tiene vistas a toda la serranía del Cobre y la extensión que llega hasta la localidad de Los Barrios, y un grupo de jóvenes, tres, ven unas luces en el cielo que parecen que están realizando extraños movimientos y en un momento dado aterrizan, y ellos van para ver, en plan Goonish, para ver qué es lo que ha ocurrido, qué son aquellas luces, y cuando se están acercando a la zona que ellos creen que es donde se ha posado, las linternas que lleva se apagan.

Pero es que ocurre un extraño fenómeno, cuando retroceden, la linterna se enciende, pero cuando cruzan un límite parece que se ven afectadas por algo y se apagan, y esto ocurre.