

Description of Cuarto Milenio: Los malditos
Regresa una de las secciones más aclamadas por nuestros espectadores: Los Malditos, un espacio en el que el escritor y periodista Juan Soto Ivars nos trae historias increíbles sobre libros y personajes que, de un modo u otro, cayeron en desgracia o fueron cancelados y defenestrados directamente. ¿Con qué nos sorprenderá esta semana?
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Ustedes saben de sobra que este programa hace guiños permanentes a la radio.
Hay quien dice que es un programa con mucha innovación tecnológica, mucha imagen, pero radiofónico también en su estructura.
Y esta es una muestra, estas humildes tazas blancas con su café humeante, aunque no lo parezca, está cerrado.
Ahora lo serviremos.
Tengo un invitado que se merece ese café, y se lo merecerá cada equis tiempo.
Parece mentira, pero creo que lleva cinco años rondando por aquí.
Y ha demostrado ser un auténtico agitador cultural con todo lo que supone.
¿Pero por qué esto? Porque va a ser real. Yo quiero hacer las cosas siempre reales.
Y recuerdo, teniendo yo 11, 12 años y después, cuando Luis del Olmo hacía algunas entrevistas y se oía, se escuchaba el tintineo de las cucharillas, casi percibías el vibrar de la loza, y entonces conectabas inmediatamente.
Es como cuando pasa con un anuncio, ¿no? ¡Qué hambre me entra! Bueno, pues es el mismo, digamos, origen sensorial.
Querías estar ahí y te encontrabas en esa tertulia.
Vamos a ver si lo conseguimos.
Ustedes saben que dicen que la radio y la tele no se parecen en nada, yo no lo creo.
Así que, ¿con quién nos tomaremos este café a partir de ahora? Es el café de los malditos. ¡El café de los malditos! Se me ha acabado de ocurrir. No está mal.
Nuestro ilustre invitado. Ya está por aquí. Don Juan Soto Ibas.
¿Qué tal, Iker? En la mesa de los mayores, ¿eh? Te ha costado cinco años.
Uy, qué bien se está aquí, señor.
Es otro nivel.
Ah, sí, sí, sí.
Y ese fondo que le ha puesto usted.
He estado registrando la biblioteca mientras...
Hay todo tipo de bizarreces, incomprensibles.
Sí, incomprensiblemente faltan algunas, que de eso me voy a encargar yo, de traerte las que te faltan.
¿Y las podemos poner ahí? Por supuesto.
Bueno, lo primero, le voy a servir su café.
Por favor.
Que me ha dicho que sin azúcar.
Sin azúcar y sin leche.
Últimamente mucha gente toma el café sin azúcar, cosa que yo no acabo de entender muy bien.
Bueno, no descarto traer un día una petaquita y echarle una cosa que no es azúcar.
Hombre, yo sé que usted, incluso cuando no le vea la cámara, algo hará.
Puede que fuera de plano.
Porque a usted le gusta mucho el carajillo español.
El carajillo, el sol y sombra, el carajillo, sí, sí.
Yo sí con azúcar.
Muy bien.
Se permite.
No es en tu casa, Iker.
Es que me encanta, porque es un poco tertulia.
Aunque seamos dos, estamos con millones de personas en la tertulia.
Tertulia literaria.
Sí, señor.
Y cuando te dije recuperar, recopilar de nuevo a los malditos, que te lo decían por la calle, ¿no? Es que pegó muy fuerte a los malditos.
Mucha gente me paraba y me decía, oye, ¿le escribimos a Iker? Y yo les decía, naturalmente, escribíle, escribíle.
Queremos malditos, queremos malditos.
Gente que me decía, he comprado todos los que tú has recomendado.
Algunos me ha costado mucho encontrarlos.
Gente que ha hecho la colección.
Claro, gente que ha hecho la colección y que se los han leído, que es casi más importante que comprarlos, leérselos.
Y que han pasado muy buenos ratos con esos libros extraños que quedaron por ahí en alguna clase de purgatorio, a lo mejor literario, y que por motivos políticos, religiosos, de la locura de los propios autores, desaparecieron y aquí vuelven a salir.
¿Se brinda con el café? Le iba a preguntar eso. Creo que no.
Bueno, aquí se puede brindar de todo.
La libertad al final es un poco tu enseña, ¿no? Y la tuya.
Y la tuya, que no rehúyes ningún combate.
Bueno, libro memorable para empezar la primera sección.
Yo, como sé que tú tienes una relación muy afín con Japón, como sé que Japón te gusta mucho.
Acabamos de llegar.
Por eso.
Un mes y pico.
Toda esa locura que en ese país se ha convertido en el paisaje normal y que a nosotros a veces nos llega a cuentagotas, porque creemos que conocemos Japón porque hemos visto un manga o no sé qué, pero cuando vas allí dices no, no, no.
No estaba preparado para esto.
Bueno, pues en homenaje a tu amor por Japón yo te traigo a un maldito japonés.
Me encanta.
Date cuenta del título de este libro.
Hombres, salmonella en el planeta porno.
Un libro de cuentos.
Atalanta tiene que ser bueno.
Ah, sí, sí, Atalanta elige muy bien.
Ha publicado más libros de Yasutaka Chuichui, que es el autor, y que es un personaje de estos que solo Japón puede producir.
Oye, está buenísimo el café, por cierto.
Está muy bueno, sí.
Muy bien, muy bien.




















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