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By DroidsAndDruids Historias de Droids & Druids
D&D Historias: Hijos Jilgueros (Ángel Belmonte Rodes)

D&D Historias: Hijos Jilgueros (Ángel Belmonte Rodes)

9/4/2022 · 18:10
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Description of D&D Historias: Hijos Jilgueros (Ángel Belmonte Rodes)

En este episodio de Historias de Droids & Druids radioficcionamos el relato "Hijos jilgueros", escrito por Ángel Belmonte Rodes.

Ilustrado Vanessa Cornago.

Narrado por Elena Torró.

Este relato pertenece al "Número 6: Transformaciones" de la revista Droids & Druids, que podéis encontrar en Lektu de manera gratuita.

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Estás escuchando historias de troika androids donde narramos sierra de gestionamos relatos de la revista y otras historias en este episodio os traemos hijos ligueros un relato de ángel belmonte errores narrado por elena torre tercer tanto dos mil diecinueve volvimos al pueblo el tercer día después de que nos enterrar a la gente estaba lista para recibirnos las jaulas reparadas ofreciendo nadas a los familiares y las puertas están abiertas como sus brazos anunciamos nuestra presencia con un canto corto volando arras de las últimas nubes que eran ya ruinas de lo que habían sido unos días atrás estas habían viajado por medio globo y habían vuelto de los lugares más altos cargadas y oscuras y habían descargado sus llantos como en el principio de todos los otoños solo que el llanto no cesó tras recibir la estación y el río siempre inocente rompió también a llorar y el agua y no los caminos y las huertas y las casas volamos en bloque durante el amanecer y cada uno busco la jaula a la que lo invocan no éramos tantos como veces anteriores una de las personas que esperaba despierta era remedios que había perdido a su hermana laura en el temporal la mujer no había llorado ni una vez aún mucho llorado ya el cielo decía la llevaron a un refugio treinta minutos después de que rompiera el río y ella con su cadera mala no paro de moverse por la instancia de asomarse a las ventanas y de evitar a los vecinos reunidos con ella porque no tenía nada bueno que irles y para la desesperanza mejor callar cuando llegó al pueblo la primera arrieta grande tuvo suerte el mismo día que el cielo se despejó y aparecieron los cuerpos la mujer de su hija dio a luz a una criatura preciosa que llevaría a su nombre si un día esta quería quedarse lo de lo que dios le había salvado aquel día no lo había librado en otras ocasiones sentada en el comedor del colegio convertido en refugio acarició el lomo de su álbum de fotos que era lo poco que había podido llevarse consigo y se preguntó qué habría hecho su marido de estar allí había conocido a juan cuando el ayudaba a su padre frutero en el mercadillo del pueblo y a ella la habían mandado a comprar y todavía tenía ti trabajo las uñas le daba vergüenza porque a veces la gente es mala y sólo se fija en lo que puede criticar pero juan se fijó en sus brazos fuertes y en sus ojos que habían absorbido tantas horas de sol y más tarde aprendió a reconocer su gozo en el campo cuando la acompañaba juan no se habría quedado quieto como ella ahora perdida en la incertidumbre él habría ido a tranquilizar a fátima y akhmed que era la primera vez que vivían aquello o a jugar con el niño de héctor el hijo del ferretería o a hablar con bernarda que también era viuda y vivía sola y estaban llegando con la cabeza mientras las autoridades le repetían que no se podía salir pero juan no estaba y su hermana tampoco y remedios no se lamentaba ni hablaba con nadie como a su casa que ahora estaría bajo agua y barro la mantenían los cimientos y como su casa remedios no podía ayudar a chica aragua si no se citaba de su hogar primero ella debía mantenerse a flote también sus vecinos nos lo comprendieron y el hijo del ferreterías le arreglo la jaula que había heredado de su padre cuando localizaron a laura una vez todos se secó la misa transcurrió con normalidad la iglesia en el punto más alto de la zona y no se había inundado la gente pudo llorar tranquila sabiendo que la humedad solo saldría de sus ojos y no de la madera de los bancos ni de las goteras de los huecos entre las baldosas aunque todos sabían la razón algunos no pudieron evitar hacerlo como un milagro y aunque todos sabían que los muertos volveríamos con más vida y que los ayudaríamos sanar y que llena haríamos sus casas de nuevo eso no nos hacían los muertos desde los agujeros los huecos en el techo y en el órgano vimos a familias enfrentadas ahora consolarse y los vimos pasaron duelo que no era duelo pero que se sentía igual porque la tristeza no se iba como se había ido el agua de la madera de los bancos de las goteras de los huecos entre las baldosas cuando remedios pudo volver a entrar a su casa y llegó el amanecer del tercer día vio como un jilguero se colaba por la ventana de su cuarto lo supo enseguida tenido el brillo en los hijos de su hermana mayor no había dormido nada esa noche disfrutaba de volver a hacerlo alguna vez como cada vez que perdía a una parte de ella y había pasado las horas mirando hacia la calle rezando a la cruz del cabecero de la cama y pidiendo explicaciones se sentía como uno de los muebles de salón hinchada inservible con puertas que no se volverían a cerrar bien nunca

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