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Daniel Tubau: Lo que aprendemos de los viejos guionistas de Hollywood

Daniel Tubau: Lo que aprendemos de los viejos guionistas de Hollywood

10/16/2025 · 01:03:30
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Daniel Tubau es filósofo, guionista y profesor, con una trayectoria marcada por la búsqueda de nuevas formas de pensar y crear.

El protagonista de este nuevo episodio de Aprendemos juntos ha escrito diversos libros sobre filosofía y escritura de guiones, entre entre ellos Siete maneras de alcanzar la felicidad según los griegos, Las paradojas del guionista, Nada es lo que es y El arte del engaño, obras en las que explora el valor de la duda y el escepticismo como motores de conocimiento.

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APRENDEMOS JUNTOS. UNA INICIATIVA DE BBVA PARA UN MUNDO MEJOR.

Daniel DuBow Daniel DuBow es un filósofo, guionista y docente que mezcla pensamiento crítico y narración audiovisual. Proviene de un entorno cultural. Su padre fue poeta y su madre, directora de televisión. Ha escrito sobre creatividad, mitología y filosofía estoica. Lleva más de 20 años trabajando en televisión.

Ha colaborado en programas como El Gran Juego de la Oca, Club Disney y series como Los Trilocos.

Es docente en ECAM y en la Universidad Carlos III. Propone que la creatividad es un proceso técnico irreplicable. Soy Daniel DuBow, soy escritor, soy guionista también, director de televisión y también soy profesor. Soy profesor de literatura, de guión, de dirección y también de creatividad. Y bueno, soy todas estas cosas y en realidad no soy ninguna de ellas, porque estoy dominado por el espíritu o el demonio de la contradicción. Eso es lo que decían mi madre y mi hermana.

Dicen, estás dominado por el demonio de la contradicción. Si alguien dice blanco, tú dices negro. Si alguien dice sí, tú dices no constantemente. Y era verdad, realmente me gustaba muchísimo discutir con todo el mundo, con mis compañeros del colegio. Y tiempo después, ya en la adolescencia, leí un libro que me reveló por qué hacía esto, en cierta manera, que es un libro que se llama Adolfo, Adolf de Benjamín Constant, es un escritor francés.

Y el protagonista del libro, precisamente, dice si es verdad que siempre estoy discutiendo todo, que te discuto lo que dices y que te contradigo. Y dice, pero lo hago no porque esté en desacuerdo contigo, porque a veces estoy de acuerdo, sino por la manera en la que lo dices, por la seguridad con la que dices las cosas, porque te niegas a cambiar de opinión, porque dices las cosas como si estuviesen completamente demostradas. Y a mí me molesta esa seguridad y ese dogmatismo.

En casi todos los libros he discutido las seguridades y las certezas que se tienen. Por ejemplo, en el guión, he escrito muchos libros de guión y ahí discuto los dogmas de guión. Más tarde me di cuenta de que hay otra persona que también hacía esto, que era Sócrates, el filósofo Sócrates, que discutía con todo el mundo. Sabéis que Sócrates, un amigo suyo, fue al oráculo de Delfos y preguntó a la pitonisa del oráculo quién era la persona más sabia que existía. Y la pitonisa le dijo, es tu amigo Sócrates.

Entonces, Querefonte, que era el amigo de Sócrates, regresó a Atenas, se lo contó a su amigo y Sócrates dijo, no, no es posible, yo no puedo ser la persona más sabia que existe, porque yo solo sé que no sé nada. Y ahí se dio cuenta Sócrates de por qué decían que él era el más sabio, porque él, por lo menos, sabía que no sabía y los otros creían que sabían y en realidad no sabían. Yo me empecé a interesar por el mundo griego gracias a mi madre.

Estaba yo en un lugar de Madrid que se llama la Cuesta de Moyano, que es un lugar donde se venden libros usados, libros de segunda mano, y de pronto yo era un niño y me paré delante de una portada de un libro de la editorial, ahora lo sé, la editorial mexicana Diana, y en esa portada había un señor luchando con un monstruo, un monstruo que tenía una cabeza de toro y cuerpo de hombre.

Y entonces me quedé así como muy fascinado viendo la ilustración y mi madre dijo, venga que te lo compro, y me lo compró el libro. Era mitología universal. Y entonces me empecé a interesar por la mitología universal y en concreto por esta del señor ese que luchaba, que era Teseo, que estaba luchando con el Minotauro, este monstruo con cabeza de toro que vivía en el laberinto de Creta y estaba ahí encerrado y Teseo luchó con él.

Y allí me empecé a interesar, sobre todo por la mitología griega, pero por todas las mitologías del mundo, y empezó mi amor hacia los griegos. Resultó después... yo era muy mal estudiante, un estudiante espantoso. Me expulsaron del instituto, repetí dos veces, tres veces el mismo curso, hasta que ya convencí a mis padres de que no valía la pena seguir intentándolo y que ya lo dejábamos ahí.

Y entonces mi madre, claro, estaba preocupada, decía, este chico, ¿a dónde va a ir? Pero, como veía que por las noches estaba haciendo todo el rato cuadros genealógicos de los dioses griegos, y hacía tremendas cuadros de este es hijo de esta, esta otra tiene tal, no sé qué, pues entonces se tranquilizó un poco con eso.

Y también gracias a mi madre, yo le debo muchísimo a mi madre, Victoria, ella trabajaba como editora, montadora en Televisión Española, y se enteró de que alguien iba a lanzar una colección de cuentos de terror, que se llamaba Biblioteca Universal de Misterio y Terror, que es muy pretencioso el nombre, pero en realidad eran cinco autores de terror, desconocidos como yo, porque entré ahí a trabajar y vi un cuento escrito por ellos.

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