Dante Gebel #805 La gente de las orquideas

Alguna vez leí una conmovedora historia romántica que hoy te quiero compartir y regalar el nombre del caballero del galán de esta historia se llamaba john blanca y solía ir a estudiar a una biblioteca de la florida cada vez que iba a la biblioteca leer a estudiar buscaba diferentes libros diferentes ensayos ser un hombre muy culto y en cierta ocasión saca un libro del estante y se quede intrigado no por las palabras del libro sino por las notas que tenía al margen escritas en lápiz tenía muchas notas y la escritura como que mostraba un alma reflexiva una mente perspicaz un corazón muy sensible y en la contra portada del libro descubrió el nombre del anterior dueña la señorita jolie main el entonces con tiempo y esfuerzo porque convengamos que no existían las redes sociales era muy difícil ubicar a una persona con tiempo y esfuerzo localizó su dirección vivía esta dama en la ciudad de nueva york le escribió una carta presentándose el caballero invitando la a corresponder le al día siguiente de enviarle la carta él fue enviado a servir al otro lado del océano durante la segunda guerra mundial durante los siguientes tres meses sea poquito más de un año los llegaron a conocerse exclusivamente por correo por este intercambio pistolas ella le enviaba va cartas al frente él le contestaba desde allá cada carta en una semilla que caía en corazones fértiles y empresa florecer un romance un suave romance blanquear le pidió una foto en más de una ocasión prisas te digo decía que si él estaba interesado de verdad no tenía que importarles su apariencia le dijo en una carta me interesa que conozcas mi corazón mi alma todo lo demás es irrisorio es irrelevante así que en poco más de un año después cuando el regresa de europa donde estaba el listado arreglaron su primer encuentro que sería las siete piden a las siete de la tarde en la gran estación central de la gran manzana año york ella escribió john más reconocidas por la orquídea que llevar en la solapa de mi vestido así que las sienten punto él estaba en la estación buscando a la chica acusó corazón amaba pero cuyo rostro desconocía completamente una suerte de cita a ciegas y en sus propias palabras el propio john blanquear relata sucedido él dice o hijo y sigue la estación y día una mujer que se acercaba mi ira mucho más villa y hermosa de lo que yo me había imaginado alta delgada medidas perfectas noventa sesenta ciento veinte tez blanca ojo grandes una sonrisa que enamoraba la distancia un cabello negro ondulados unos labios sensuales en fundada en un maravilloso vestido verde me acerqué a ella dice el caballero olvidando por completo el detalle que no llevaba puesta una orquídea así que cuando por fin detuve cara a cara con la dama es el lastre una sonrisa provocativa y mira por donde caminas marinero y acto seguido siguió de largo y en vi detrás a hollis mainer estaba de pie detrás de la chica hermosa con la orquídea tal cual habíamos quedado puesta en un vestido bastante raído viejo una mujer bien pasada de los cincuenta años de pelo muy canoso recogido bajo un sombrero viejo era más bien rosita por decirlo de un modo fino con sus pies de gruesos tobillos metidos en zapatos de tacón bajo y mientras veía este cuadro la chica de se alejaba en ese momento distensión yo me sentía