Dante Gebel #912 Punto ciego

Yo sé que te he contado esta historia antes, pero amerita que volvamos a refrescarla a modo de introducción.

No soy de los que descartan las historias, porque alguna vez ya la dije, cuando sé que, así como la palabra de Dios sin ánimo de comparar, siempre hay historias que nos bendicen, porque además es un ejemplo este magnífico que viene con la narrativa o que hace a la línea del relato.

En cierta ocasión el querido Rick Warren, un querido pastor, amigo nuestro, contó que un pastor de la ciudad le pidió a Rick que visitara su congregación con el fin que le hiciera una crítica constructiva.

Le dice este pastor, sé Rick que tu aporte nos ayudaría y le agradecería muchísimo que nos digas qué podríamos mejorar para ser más efectivos en nuestra misión evangelizadora.

Y Rick accedió con mucho gusto sin antes preguntarle ¿estás seguro que quieres una devolución de todo lo que yo crea que debería cambiarse o mejorarse? Por supuesto, contestó el anfitrión, quiero que me lo digas todo, eres un hombre que ha hecho un gran campus allí en Lake Forest, Sadevac, y creo que tenemos que aprender todos de ti, así que no omitas nada, necesitamos crecer y mejorar.

Así que Rick relata que llegó a la iglesia de su colega el día estipulado, comenzó a tomar notas de cada detalle que él consideraba que habría que hacer cambios o mejoras, pensaba, ¿cómo valoro la humildad y el deseo de aprender de este pastor? ¿Cuántos estarían abiertos a, ven a mi congregación y critícame tú que has estado más años en el ministerio o has hecho más cosas, critícame lo que estoy haciendo mal para poder mejorar? ¿Quién tiene esa grandeza? Y dice que Rick pensó, necesitamos más líderes de este tipo.

La cosa que a mediados de la semana siguiente, tal como lo habían convenido, Warren, Rick, le envía a su colega todo lo que había visto y que consideraba que se debía mejorar y se lo envía por e-mail.

Y le dice algo así, mira mi querido pastor, gracias por la invitación, en primer lugar, al llegar al estacionamiento de la iglesia no había carteles indicadores, nadie me recibió, nadie me dio la bienvenida, yo no sabía si iba a ir a una iglesia o a un funeral.

Así que me sentí desorientado hasta que finalmente encontré el templo porque escuché que cantaban, yo creo que deberías asignar a un equipo de bienvenida, eso haría que la gente se sienta bienvenida desde el estacionamiento o desde que llega.

Luego cuando entré al templo, le dice Rick, los músicos ensayaban y probaban sonido, mi sugerencia es que tus músicos lleguen más temprano, antes que se abran las puertas, antes que ingrese el público, porque me pareció de muy mal gusto y me pareció totalmente improvisado el tener que presenciar el ensayo y las insoportables pruebas de audio.

Al comenzar el servicio, mi querido, obviamente de manera impuntual, fuera de la hora anunciada, cantamos por más de hora y media, ¡hora y media de pie cantando! Y lo que es peor, querido, tú recién apareciste a la hora de predicar, entonces debes saber que si eres pastor y no estás presente durante el alabanza y la adoración, das por sentado a la gente, que la adoración no es tan importante, que es una previa para perder el tiempo, la gente dice si el pastor no está durante el alabanza y la adoración es porque esto no importa.

O lo que es peor, estarás dando a entender que el día que llegas a ser pastor ya no necesitas adorar a Dios con el resto y prefieres usar ese tiempo disfrutando un aperitivo en tu camerino privado.

De más está agregar, mi querido, que cada persona que usó el micrófono, antes que tú subieras, intentó dar una mini-prédica, una mini-exhortación.

Yo te sugiero que sería muy bueno que se limitaran a hacer aquello por lo cual están ahí, y el único que predica seas tú, el que trae la palabra, así la gente no tiene una ensalada en la cabeza.

Después, cuando alguien pasó a pedir la ofrenda, se puso a hablar de gastos, lo que había que pagar, la luz, el gas, nunca habló acerca de la visión.

La gente no quiere pagar gastos, ya paga gastos en su casa.

Está harta de pagar gastos, necesitan un propósito, necesitan con su dinero.