David Uclés: La península de las casas vacías

Historias de papel, premio nacional de fomento de la lectura.
La península de las casas vacías, de David Ucles.
Yo lo trabajé durante 15 años y a mis 19, ahora tengo 35,
empecé a escribir las historias que me contaba mi abuelo sobre el pueblo.
Entonces tiene una parte de memoria intrafamilia muy importante.
Ese era mi primer objetivo.
Yo no largué la guerra hasta siete años después de haber comenzado el manuscrito
y solamente quería que la memoria de mi abuelo quedara en el papel
y no falleciera con él.
Y luego esos personajes, hay un intento de llegar al universal de lo cotidiano,
de lo individual y mediante héroes anónimos.
Los miembros de esta familia, que como digo en el prologo exactamente
mueren todos menos uno y es parte del juego narrativo,
todos ellos tienen un reflejo en algún personaje mío familiar.
Desparrame estos 40 personajes por toda la península como excusa
para poder narrar todos los llamados hitos de la guerra civil.
Y el límite entre lo real y lo ficticio es muy endeble, muy débil.
Incluso a veces yo dudo y digo, ¿esto ocurrió de verdad o no?
Lo que sí que tuve en cuenta es tener cierta honestidad
hacia la historia y rigor.
No modifiqué nada de lo que investigué.
Lo contrasté y lo plasmé.
Ese límite entre lo real y lo ficticio está presente en todo lo crudamente real,
en algunos momentos mágicamente ficticio,
de las historias relacionadas con la guerra civil española
que durante décadas se contaron bajito,
para que no salieran del ámbito familiar,
para que no se escucharan fuera de casa.
Relatadas al calor de una mesa camilla,
con la intimidad y la cercanía y el calor
de un brasero de Cisco Picón,
que es como David Ucles empezó a escuchar
las que le contaba su abuelo Luis en su pueblo,
o mejor, en sus pueblos, porque él nació en Úbeda,
pero se crió, o pasó mucho tiempo, en Quesada,
su particular macondo,
que en esta novela, La península de las casas facías,
nos presenta como Jándola,
el pueblo al que pertenece esa familia de 40 miembros
que en sólo 3 años desapareció casi al completo.
De hecho, como le acabamos de escuchar,
sólo quedó uno de ellos.
La guerra civil se los llevó por delante a todos,
como se llevó a miles y miles y miles de españoles
de uno y otro bando.
Esa familia, los Ardolentos,
la familia de Odisto Ardolento,
es la protagonista de la novela de David Ucles,
que no obstante tiene otros protagonismos
que vamos descubriendo hablando con él,
como por ejemplo el tiempo,
porque esos 15 años que ha estado dando forma
a lo que cuenta,
que ha tenido como 4 o 5 versiones
y otros tantos intentos de publicación,
hasta que la editorial Siluela se aventuró a sacarla,
le han permitido ir enriqueciendo ese relato
con más documentación y más personajes,
con los que recorre el territorio de Iberia,
nunca habla de España, siempre de Iberia,
en ese momento tan trascendental
para nuestra historia reciente,
como es la guerra civil.
Y es que su apuesta era arriesgada,
un joven como él, contar toda la guerra en un solo volumen
y con el realismo mágico como ingrediente esencial,
además del rigor de la documentación,
la verdad es que no era complicado
que las editoriales, a cuya puerta llamó,
no terminasen de tomárselo muy en serio.
Pero él siguió perseverando y poliendo una herramienta
para salvar posibles prejuicios,
una estructura perfectamente diseñada para sus objetivos.
Cuatro partes, desde 1936 a los primeros años
de la resistencia contra los nazis en Francia,
en la que también participaron republicanos españoles,
el mismo número de capítulos en cada parte,
de una extensión corta y similar, cada uno de ellos,
introduciéndolos con citas de personajes históricos
que vivieron la contienda
y que enfrentan sus pensamientos.
Esa estructura tan marcada,
yo creo que facilita mucho la lectura al otro
y esa es mi intención, organizárselo,
porque ya de por sí hay muchos prejuicios
cuando el lector se acerca al libro.
Un chico tan joven me va a contar toda la guerra,
con el realismo mágico, en toda la península.