De muerte a vida eterna - Efesios 2:1-10

Buenos días, hermanos, vamos a dar inicio a nuestra reunión con este sermón que la verdad es que es de gran interés para todos nosotros como creyentes, porque nos ayuda a ver que por gracia hemos sido salvos realmente. Y si gustan acompañarme al libro de Efesios dos, del versículo uno, Efesios dos uno al diez, dice así la palabra del señor, y él os dio vida a vosotros cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en las cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo, en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás, pero Dios que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aún estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo, y por gracias hoy salvos, juntamente con él nos resucitó, y así mismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús.

Versículo 7. Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracias hoy salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros, pues es don de Dios, no por obras para que nadie se gloríe, porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús, para buena obras, las cuales Dios preparó de antemano, para que anduviésemos en ellas.

Este día regresamos a nuestro estudio de Efesios, y en esta mañana estamos ya en el capítulo 2, del versículo de 1 al 10, como pueden ver, y encontramos una verdad preciosa, una verdad hermosa, y muy importante para todos nosotros. Y este es el título del sermón de que podemos obtener de muerte del creyente a la vida eterna, a estar con Cristo, porque precisamente de eso es lo que trata esta sección, habla sobre la salvación, y sobre lo que significa ser salvo. El gran problema que enfrentamos en la iglesia el día de hoy, y en muchas religiones, es donde anuncian a Jesucristo. El es donde anuncian a Jesucristo.

Muchas religiones lo hacen, pero no saben ni conocen por qué en un momento dado son salvos. Y es que realmente no saben lo que significa eso. No entienden lo que significa ser un verdadero creyente, o ser un cristiano.

No comprenden el Evangelio de Jesucristo, a pesar incluso de conocerlo.

Hay mucha confusión en lo que significa ser un nacido de nuevo. Y es por eso que ves a tanta gente pensando que cuando muera, irá al cielo, y está viviendo de acuerdo a la corriente del mundo. Tenemos en este libro de Efesios, donde encontramos lo que significa realmente estar en Cristo. Ser uno con Cristo. Ser un verdadero creyente. Lo que significa ser parte del cuerpo de Cristo. Es decir, la iglesia, la iglesia cristiana.

Es decir, la iglesia, la iglesia que Dios planeó desde la fundación del mundo. Tenemos grandes riquezas en Cristo, como lo hemos venido estudiando en el primer capítulo de Efesios.

Todas sus bendiciones las tenemos nosotros, lo sabemos, al estar en Cristo. Dios, primeramente, nos eligió, nos ha elegido, nos ha redimido, y nos ha dado una herencia futura.

Es decir, la iglesia que Dios planeó desde la fundación del mundo, nos ha dado una herencia futura. Eso es lo que hemos venido estudiando. Dios nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales. Debido a que estamos en Cristo, y por nuestra posición también en Cristo.

Ahora, en el capítulo dos, vemos cómo Pablo está hablando ahora de la salvación.

Pasa de la eternidad pasada a hablar sobre el milagro de la salvación.

Y recuerdas que hablamos sobre el poder. Sobre el poder de Dios que los Cristianos tenemos. ¿Y cuál es ese poder? te preguntas.

Y es muy importante porque cuando Dios nos salva, no somos pobres. Vamos a ver la