DE TAQUITO CON MARINO - jueves 24 de abril de 2025

Marino Millán. Marino Millán, mucho más que un comentarista.

Y sigo en el área. Millán. Marino. Millán.

Ha llegado la hora, se parte el día de Taquito con Marino Millán.

A partir de este momento la farándula, la política, el deporte y los temas de actualidad nos ocupan.

Marino Millán. El comentarista más agradable a su oído.

De Taquito con Marino Millán. Para pasarla bueno.

De Taquito con Marino Millán. Se siente la diferencia.

Bienvenido. Marino Millán. Mucho más que un comentarista.

Y sigo en el área.

Muy bien. Muy bien. Muy bien. Muy bien.

En Colombia tenemos 13 horas 9 minutos.

Estamos ahogando un riquísimo tinto de café Aguilar Roja calidad certificada.

Y le entramos a esta segunda parte, segundo segmento de Taquito con Marino.

Reanudamos y como de costumbre lo hacemos con el médico César Augusto Arias, suponemos.

Que el tema del día del médico tiene que ser fútbol.

A ver, médico. ¿Qué tal? Bienvenido. Buenas tardes. Lo escuchamos.

Buenas tardes, Marino.

Dice el adagio popular que las cosas son de acuerdo con el cristal con el que se miran.

Entonces, bajo esa óptica, el resultado de ayer del América en Argentina es bueno si se tiene en la cuenta que pudo haber perdido.

Y no tanto si se recurre, como ha tenido que hacerse últimamente a la calculadora.

El equipo escarlata no estuvo ni cerca de conseguir algo de lo que se habló en los días previos al juego.

La necesidad de compensar los puntos perdidos en casa.

Solo en los primeros minutos, Holgado pudo haber cambiado la historia del trámite, pero entre la falta de control final con la pelota y la intervención del arquero, esfumaron esa posibilidad.

Que además, y ello dice mucho, fue la única aparición de Galíndez en todo el partido.

Luego, muy poco para destacar.

Un trámite osco, con más patadas que fútbol, más empujones que jugadas de categoría y varios amagos de trifulca, como siempre con Carrascal en el centro del ring.

Un esguince de tobillo excluyó a Mina del encuentro, siendo sustituido por Mena.

Pero solo fue eso, un cambio de una I por una E, y nada más en el primer tiempo.

Para el complemento, ambas escuadras parecieron entender que esto no era un asunto para resolver a las patadas, y entonces apareció Huracán asfixiando a los del Polilla y allí la figura del arquero Jorge Soto fue protagonista.

La reflexión es inevitable, porque, sin llamarnos a engaño, la millonada de dólares que se pagó por Juan Fernando Quintero no se justificó por la necesidad de reforzar el equipo para el torneo local.

Con el resto es suficiente.

Todas las miradas estaban puestas en su liderazgo en el torneo internacional.

Se contagió del concierto de pases equivocados de sus compañeros, sus famosos valores filtrados fueron escasos y hasta amarró una opción clara de gol, como ya ha venido pasando en otros encuentros.

En cambio, uno por el cual se pagó mucho menos dinero, como el arquero Soto, fue quien salvó la papeleta.

La actuación del golero Escarlata fue memorable, con una excelente velocidad de reacción y algo que hacía rato no se veía en el pórtico americano, no dar rebotes frente a la portería y sí asegurar la pelota.

Ha quedado claro que en este torneo sudamericano es fundamental calificarse de primero en el grupo, porque lo demás es un albur, habida cuenta de que llegan sobrantes del otro torneo, que también está claro, tiene un nivel superior.

Para quienes no están conformes, no solo con el resultado, sino con la manera de jugar el equipo, quedó el sin sabor de que, futbolísticamente,