DE TAQUITO CON MARINO - viernes 20 de junio de 2025

Marino Millán, mucho más que un comentarista.

Ha llegado la hora, se parte el día de Taquito con Marino Millán.

A partir de este momento la farándula, la política, el deporte y los temas de actualidad nos ocupan.

Marino Millán, el comentarista más agradable a su oído.

De Taquito con Marino Millán, para pasarla bueno.

De Taquito con Marino Millán, se siente la diferencia.

Bienvenido, Marino Millán, mucho más que un comentarista.

Muy bien, muy bien, aquí estamos a las 13 horas y 11 minutos, saboreando un riquísimo tinto de café águila roja calidad certificada.

Reanudamos esta segunda parte, segundo segmento de Taquito con Marino y como de costumbre lo hacemos con el médico César Augusto Darias.

Doctor, bienvenido y por favor, su tema del día. Le escuchamos, señor.

Buenas tardes, Marino. Botafogo Naso en el Mundial de Clubes.

Renunció Borja el Polilla da Silva, otro más que se va y no se va bien.

Ha hecho escuela en nuestra ciudad afirmar que el Deportivo Cali es un horno crematorio de técnicos y la realidad es que el listado de fracasados en ese cargo en el equipo verde y blanco es extenso.

Pero me atrevería a afirmar que no se le ha hecho la suficiente atención y rigor cuando la lupa se pone por las tolas escarlatas.

Este es el listado de entrenadores de los últimos años de Los Diablos.

César Farías, Alex Escobar, Lucas González, Alexandre Guimaraes, Juan Carlos Osorio, Gerson González, Juan Cruz Real, otra vez Alexandre Guimaraes, otra vez Gerson González, Fernando el Pecoso Castro, Pedrito de Portugal, Carlos Asprilla y el círculo se cierra con el Polilla da Silva entre septiembre de 2017 y marzo de 2018, y ninguno de ellos salió por la puerta grande.

Ahora, preguntémonos cuál ha sido despedido por tener buenos resultados.

En el caso de los azucareros se manifiesta que todo se origina en los malos manejos administrativos, donde inexplicablemente se han perdido millonadas de pesos, se evaporaron los ingresos por venta de jugadores que han sido abundantes y de tener un superávit de 100 mil millones, hoy se arrasa un déficit de 150 mil por lo menos.

Eso explica para muchos el estuendoso fracaso deportivo y el terrible aumento económico que maneja el Deportivo Cali.

Pero entonces preguntémonos qué pasa en el América, porque los resultados no son muy diferentes.

Hace un buen rato no se saborea un título, los técnicos salen en cascada por la puerta de atrás y haciendo un círculo que inicia el Polilla de la Silva en el 2017 y lo vuelve a cerrar ahora en el 2025, y estamos hablando de 8 años de un ejercicio simplemente lamentable.

Se ha insistido que económicamente los escarlatas no tienen afubias, sin embargo hoy se habla de que Juan Fernando Quintero se va simplemente porque le han incumplido las onerosas promesas que le hicieron para vincularlo.

Lo que sí está claro es que desde el punto de vista administrativo, si bien acá no se habla de desapariciones misteriosas de dinero, porque no tendrían justificación sacar plata de un bolsillo para esconderla en otro, lo cierto es que el cuadro ejecutivo ha dado mucho de qué hablar porque constantemente se cuestiona la autoridad del mayor accionista, o si es su señora o su hija, en lo referente a quién tiene la potestad de tomar decisiones y tener diálogo directo con el técnico, y esa situación no se sabe ni desde cuándo viene ni de qué manera ha repercutido en la cancha.

Me queda difícil establecer con absoluta certeza quién o quiénes están en el listado que expuse en el comienzo y ellos cuáles han sido víctimas de este barajuste directivo, pero sí es evidente que llamar atención como entrenadores de diferentes estilos y capacidades han tenido el mismo triste final, echados porque los resultados no se dieron, que es al final la causa por la cual cesan a los técnicos.

Y estos cuestionamientos me los planteo, a raíz de la salida del polilla de quien tuve la oportunidad de ser su médico cuando el técnico era el Dr. Gabriel Ochoa, y sé que se trata de un hombre a carta cabal, honesto, serio, responsable y un profesional irreprochable, pero parece ser que no es así.