De todo un poco con Manuel Carballal - "Misterios on Air" en EDENEX -

Buenas noches y bienvenidos a Misterios on Air. Vamos a comenzar un viaje donde la realidad se mezcla con lo inexplicable. De eso va este espacio, este programa de misterios que vienen de la vida real, de leyendas que han pasado de boca en boca y de enigmas que todavía a día de hoy nadie ha conseguido explicar. Aquí no hay expertos con palabras raras, sólo ganas de compartir relatos que nos hacen preguntar qué hay detrás de todo esto, pero siempre basados en la historia real, en las leyendas y por supuesto en el misterio.

Esta semana vamos a hablar con dos personajes, cada cual más importante en su medio. Antonio, bienvenido. Hola Blanca, hola compañeros, buenas tardes. Jaime, bienvenido. Hola, buenas noches, qué tal. Eso, pues bueno, buenas tardes, buenas noches. Es que con el cambio de hora que estamos ya vislumbrando.

Javier, buenas noches, bienvenido. Buenas noches a todos, y a los oyentes también. Víctor, buenas noches. Muy buenas noches, bienvenido. Bueno, tenemos un nuevo colaborador, un nuevo amigo, un nuevo compañero. Eduardo Rega, escritor, investigador y muy, muy, muy curioso. Buenas tardes, Eduardo, bienvenido.

Buenas noches, Blanca. Digo, ahora he metido yo la pata porque ya me han liado a mí. Buenas noches. Bueno, pues buenas noches y bienvenido, Eduardo. Bueno, su trabajo refleja un compromiso constante con la calidad y la búsqueda de nuevas perspectivas, lo que le ha permitido ganarse un lugar de referencia entre colegas y seguidores. Esta noche tenemos con nosotros a Manuel Carvallal, es un investigador, escritor, ufólogo y criminólogo español, conocido por su mirada escéptica y rigurosa hacia el tema paranormal, lo esotérico y las creencias populares.

Diplomado en teología y criminología, Carvallal dirige la publicación del Ojo Crítico desde 1992, participa como tertuliano en medios como La Rosa de los Vientos, de Onda Cero y ha publicado numerosos libros en los que, bueno, analiza sectas, fraudes paranormales, misterios, rituales oscuros en distintos lugares del mundo. Su trabajo combina investigación de campo, documentación teológica y análisis criminalístico, con el objetivo de destapar los engaños y explorar los fenómenos en los límites de lo conocido. Buenas noches, Manuel Carvallal, Mano. ¡Ay, que se ha cortado! Bueno, pues le hemos perdido, hemos perdido la comunicación con Manuel Carvallal y, bueno, pero vamos a seguir hablando nosotros hasta ver si podemos contactar con él o conectar con él. Por eso no tenemos ningún problema, por poder hablar.

Castaneda, Antonio, porque sé que tenías ganas de desmontar, bueno, creo que desmontar es un mito, ¿no? No es desmontar, desmontar es un poco lo que hace Manuel Carvallal. Aquí tenemos su libro, un libro que ya tiene ocho años y a mí me interesa mucho, a ver si nos puede hacer un poco de retrospectiva del libro, porque ya han pasado casi una década, que se dice pronto, y es un libro que él ha firmado en muchas ocasiones, que es el que más tiempo le ha dedicado, de todos los suyos, que prácticamente fueron cinco años íntegros, sólo a la investigación y a la escritura, pero que este, digamos, la pasión, digamos, por Castaneda, evidentemente, como a mucha otra gente, y aquí creo que tenemos algún amigo que lo puede decir, pues le viene de la infancia, ¿no? Y yo creo que ese interés por Castaneda, el querer encontrar al autor que hay detrás del libro, le llevó a hacer este libro tan interesante, que en el fondo él sí que desmontó un poco lo que es la parte biográfica de él, es decir, lo que se dijo en vida de quién era Castaneda, ¿no?, de por qué hizo lo que hizo, pues había una serie, digamos, una biografía oficial y él lo que viene a demostrar con este libro, con bastantes, de hecho, muchos documentos, muchas entrevistas a familiares, a personas que lo conocieron y que lo trataron, y que trabajaron junto a él en muchas ocasiones, pues que gran parte de esa biografía es inventada.

Eso no quiere decir que el mensaje profundo de sus libros sea incorrecto, o que, digamos, sus enseñanzas, digamos, hay que tirar los dedos.