iVoox
iVoox Podcast & radio
Download app for free
DEL DIVORCIO AL INCESTO

DEL DIVORCIO AL INCESTO

9/8/2025 · 33:56
0
2.3k
0
2.3k
Relatos ERÓTICOS Episode of Relatos ERÓTICOS

Description of DEL DIVORCIO AL INCESTO

Después de divorciada sentí que estaba perdiendo a mi hijo , pasaba mucho tiempo con su Padres a través del incesto lo recupere...

¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/1539967

Read the DEL DIVORCIO AL INCESTO podcast

This content is generated from the locution of the audio so it may contain errors.

Tus fantasías más prohibidas están aquí.

Relatos calientes.

Hoy presentamos, Del divorcio al incesto.

Soy la típica madre que, después de divorciarse, cayó en una competencia con mi ex por tener la compañía de nuestro hijo.

No me era fácil.

Su padre resultaba más atractivo en muchos aspectos, deportes, actividades físicas, mayor poder económico.

Todo era cuesta arriba.

Me costaba un mundo tenerlo los fines de semana, pese a que su hermana de 14 años vivía conmigo y eran muy unidos.

Por su edad, 17 años, cuando nos divorciamos, acordamos con mi marido que viviera donde él quisiera.

En el caso de mi hija, yo me quedé con la custodia.

Como Estefano estaba en su último año de colegio, tres días los pasaba conmigo y de jueves a domingo se iba con su padre.

Yo trabajaba, por lo que lo veía muy poco y no lo disfrutaba como antes.

Sentía que lo estaba perdiendo.

Los fines de semana, mi hija y yo lo extrañábamos muchísimo.

Hasta nuestra casa se sentía silenciosa.

No sabía qué hacer para tenerlo más tiempo a mi lado.

Lo comenté con mi grupo de amigas.

Dos eran divorciadas y pasaron por lo mismo.

Empecé a escuchar de parte de ellas comentarios de tipo sexual para retener a sus hijos.

Frases como, yo tuve que echar mano de mis minifaldas para que me prestara atención, o, yo opté por mostrarle en forma disimulada, a mí no me quedó otra que calentarlo, pasearme en calzones.

Comentarios de ese tipo me sorprendieron.

Sé que los hijos a esa edad tienen las hormonas alteradas y viven calientes, pero como madre, calentarlo me parecía demasiado.

Cuando les pregunté sobre cómo había terminado la situación, una me dijo, no sé, esto recién empieza.

Te puedo decir qué pasa los fines de semana conmigo y no me quita los ojos de encima.

La otra me dijo algo parecido.

Por ahora lo tengo los fines de semana.

Me mira con cara de caníbal.

No sé si se ha atrevido a más.

No sé qué irá a pasar, pero no estoy dispuesta a que me lo robe su padre.

Mis dos amigas divorciadas, con sus respuestas, dejaban entrever que estaban dispuestas a ir más lejos con sus hijos con tal de retenerlos a su lado.

Por más que no se dijo con todas sus letras, se referían a tener relaciones sexuales con ellos.

Incesto.

Esa era la palabra que estaba flotando en el aire.

Y el bichito de esto empezó a comerme la cabeza.

Cosas locas e inimaginables hasta hace poco empezaron a rondar por mi cabeza.

Me preguntaba, ¿se excitará si muestro? ¿Reaccionará si me paseo en calzones? ¿Lo asustaré o querrá más? O lo que más me asustaba, ¿querrá hacer algo más? ¿Cómo controlo a un adolescente que yo misma me he encargado de excitar? Tenía miles de dudas y mucho temor por lo que me proponía hacer.

De excitarlo no dudaba.

Ser capaz de controlarlo una vez que se calentara era mi mayor preocupación.

Tengo buen cuerpo, no de vedette, más bien delgada.

Pese a que tengo 38 años, aún me sé atractiva.

Soy alta, 1,72.

Morena de cabello largo.

Uso el pelo atado con un moño.

Tengo el cuello largo y bonito, los tobillos delgados.

Me gusta mi cuerpo, mis piernas, ojos verdes, pecosa, piel blanca.

Con cirugía estética de nariz y busto, 88.

Uso una especie de flequillo que me da un aire juvenil.

Tengo lindo busto y un trasero parado, duro.

No dudaba respecto de mis atributos.

Calentarlo para mí era algo que iba a depender de que me atreviera a mostrar partes más íntimas de mi cuerpo.

Nunca tuve problemas con el sexo.

Me gusta.

Me he acostado con dos hombres, mi novio del colegio y mi exmarido.

Mientras tuve un buen matrimonio, lo disfruté, gocé y me gozaron.

No me dio por todos lados, pero hicimos nuestras cosas.

Tengo un carácter dulce, pero fuerte.

Soy muy segura de mí misma.

Soy arquitecta.

Salvo el fracaso de mi matrimonio, me ha ido bien en mi vida.

Por primera vez, tenía ciertos temores y dudas frente a lo que me prestaba a hacer.

Estaba, como madre y mujer, ante un desafío nuevo.

Y era por mi hijo.

Tendría que excitarlo para retenerlo.

Salgo muy lejos de mi personalidad y de mi rol de madre más bien recatada.

No recordaba haberme pasado siquiera una sola vez en ropa interior.

Comments of DEL DIVORCIO AL INCESTO

This program does not accept anonymous comments. Sign up to comment!
We recommend you
Go to Sex and eroticism