Del Parador de Teruel a al Glosa Fest

Sabina y Octavio en S-Radio, con Sabina Pons y Octavio Cortés.

Buenas tardes, bienvenidos todos a Sabina y Octavio, vuestro programa cultural todos los martes en S-Radio 97.1 y 96.5, 95.6, que es como el 96.5 pero con el 5 y el 6 cambiados.

Tienes que pensarlo así. Agudeza visual, ¿dónde está ubicada S-Radio en el dial? Alrededor del 97. Más o menos. Es cuestión también de ir buscando, toqueteando un poquito por aquí, un poquito por allá.

Hay que poner un poco también de nuestra parte, porque tampoco es que nos lo tienen que dar todo hecho.

Suavecito, 96. Ir ahí rondando y eso. Bueno, ha llegado el buen tiempo y Sabina está feliz, porque Sabina es una criatura primaveral, campestre.

Yo soy de ese estiu, porque ese estiu todo cuca vivo.

No, es verdad, porque luego en verano te quejas el calor. ¿A ti te gusta la primavera? No, a mí me gusta la primavera y con cada año que pasa me gusta más, se dice, lo he dicho bien, con cada año que pasa, con cada año que pasa descubro que me gusta más el frío.

Es verdad.

¿Cómo puede ser eso? Porque tú eres una criatura doméstica y entonces a ti lo de que llueva afuera, el repicar de lluvia, tal, los cristales, te hace feliz.

Pero escúchame, ¿hay alguna necesidad de que tú estés objetizándome, cosificándome como criatura todo el rato? ¿Criatura doméstica, criatura estival? ¿He dicho ya dos veces criatura? Sí.

¿Hoy? No, no, hoy no. En los últimos 10 segundos has dicho que era una criatura estival y una criatura doméstica.

¿Criatura primaveral? Eso, criatura primaveral y criatura doméstica.

Bueno, porque es que así a nivel antológico hay dos cosas, están las criaturas y el creador.

O bien eres el creador o bien eres una criatura.

Ya, pero tú sabes que hoy en día tienes que ser el creador de tu vida.

Ah, y encontrar tu voz.

Encontrar tu voz, ser la mejor versión de ti mismo.

Esto mismo.

Que es algo que no puedo soportar porque yo no quiero ser una mujer empoderada, sino empeorada.

O sea, yo quiero ser la peor versión de mí misma.

Y aparte de eso, porque a ver, a Baleares que le importa esta conversación que estamos teniendo, no tiene ningún interés.

Bueno, pues una modo de cortesía, una pequeña introducción, un prolegómeno desenfadado para dar una nota de color.

Una nota de color antes de arrancar nuestra singladura.

Nuestra singladura, por las ondas radiofónicas.

Muy bien, pues ¿cómo vas tú con los conciertos de Pascua? Yo va muy bien, pero quiero saludar, quiero hacer un par de saludos antes.

Ah, vale, muy bien.

Si no te importa.

No, no tengo inconveniente.

Un par de saludos.

Uno, a ver, no son especialmente locales, pero ambos me parecen muy celebres y creo que tienen que ser, no sé, hay que honrar a la gente que hace realmente bien por la comunidad.

Madre mía.

Yo ya estoy viendo por el cariz que está tomando la introducción.

Venga, dale.

¿Has seguido lo último de Don José Luis Avalos? Lo del parador de Teruel.

¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Qué maravilla! Se presentó en el parador de Teruel durante el confinamiento.

Sí, sí.

Durante el confinamiento.

Mientras a nosotros no nos dejaban salir ni al balcón.

Con una furgoneta llena de señoritas.

¡Qué maravilla! Un abanet.

Al volante.

O sea, perdona, al volante.

¿Pero tú has visto ya los vídeos de Inteligencia Artificial de Avalos al volante de un abanet con las señoritas? ¡Oh! Ni Kubrick.

Es que luego se pegaron una fiesta y destrozaron el parador.

Bueno, a ver, esto es lo mínimo que se puede pedir.

Porque si tú haces vida de estrella del rock, tienes que destrozar los hoteles.

Si eres estrella del rock, tienes que tirar la televisión por la ventana.

Sí, cariño, pero vete al Hilton.

¡No al parador! ¡Una casa tan nostra! Es el parador de Teruel.

Pero, o sea, a mí eso de que él se pegue sus orgías y destroce unos hoteles me parece correcto.

Lo que me parece memorable es ese viaje en furgoneta.

Debían cantar canciones.

Pero seguro.

Debían cantar, ¿no? Hombre, yo supongo que cantar.

Ahora que vamos despacio.

No, no, debían cantar.