
Derroteros: Mugre, con Sabina Urraca (CARNE CRUDA EXTRA)

Description of Derroteros: Mugre, con Sabina Urraca (CARNE CRUDA EXTRA)
Derroteros número 86 de esta temporada dedicado a la mugre, de la mano de Sabina Urraca
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Adiós, Eva.
Hasta el lunes, buen finde.
Igualmente.
Derrotero.
Pásalo bien.
Camino, dirección, medio tomado para llegar al fin propuesto.
Conjunto de datos que indican el camino para llegar a un lugar.
Bueno, ¿qué? ¿Nos vamos? Dirección que se da por escrito para un viaje.
Va a ser buen finde.
Libro que contiene un derrotero.
Hasta luego.
Línea marcada en el mapa de mareas para guiar a los pilotos.
Derrota.
Derroteros.
Derrotero.
Derroteros.
Pensar paseando con Sabina Urraca.
Que ha venido con los rizos muy descolocados, como siempre.
Después de hablar de ellos.
Orgullosa de ellos.
Orgullosa, efectivamente, de ese desorden natural.
De tu pelo.
¿De qué vamos a hablar hoy? O de ese orden distinto.
O de ese orden distinto.
Pero a mí me gusta.
Y a mí la palabra desorden me encanta.
Yo soy mucho más favorable a los desórdenes que al orden.
Bien.
Sobre todo al establecido.
Aunque luego soy muy ordenado.
Pero bueno, esto es otro tema.
Yo lucho.
Yo lucho.
Lucho a diario.
Contra mi propio desorden.
Me finjo ordenada.
Hoy vamos a hablar precisamente de otro desorden.
¿No? De los elementos.
Que es la mugre.
Hoy me encanta esa palabra.
La suciedad, ¿no? Ya he hablado.
O sea, yo soy una absoluta apasionada de la escatología.
Como has podido ver.
Ya veo.
Ya, sí.
¿No? La corrupción de los cuerpos.
Hablábamos un día de la fermentación.
Y la mugre.
Y la putrefacción, ¿sí? Y la putrefacción.
Eso, exactamente.
Fue la putrefacción, no la corrupción.
Fue la putrefacción.
Que incluía la corrupción dentro de… Sí, sí.
Pues la mugre, que es suciedad, pringue, roña, porquería, cochambre, que es una palabra que me encanta.
Sí, maravillosa.
En Canarias se dice mucho, mucho cochambroso.
Eso tiene la casa toda cochambrosa.
Cochambroso, cochambroso, cochambroso.
Mugrería, mugrerío, churre.
Churre.
Eso no lo había oído.
Sí.
El pringue, que me gusta mucho.
Sí.
Enguarrinado, mugroso, comido de mierda.
Es algo que me fascina.
Como yo llegué de Tenerife a los 18 años, había expresiones que me asombraban por su aparente brutalidad, como que sentía que los peninsulares, la gente como que eran comido de mierda.
Dije, eso no lo cojas, que eso está comido de mierda.
Como hablan aquí la gente.
Dije, guau.
Como hablan los godos hediondos.
Los godos hediondos, digo, juegan fuerte.
Mi madre dice mucho más mierda que el palo de un gallinero, que me gusta mucho, y mi abuela también lo decía.
Ese no lo conocía tampoco.
Me acordé que en Estados Unidos una casera que tuvimos, en el año que estuvimos viviendo allí, nos dijo que antes de que entrásemos a vivir a la casa había que limpiarla porque la casa estaba caked on dirt.
En plan como un pastel.
Y pensamos que había pasteles de mierda por ahí.
Estaba caked on dirt.
Me encantó.
Luego está la enguarrinada, la guarrinada, porquería, marranada, cerdada.
Todo muy referente al puerco.
Por cierto, que palabras tan sonoras, ¿no? Sí, sí, sí.
Palabras con enorme rotundidad.
Sí, pestilencia, pestilente, bazofia, inmundicia.
He pensado en palabras también que dicen como madres y abuelas acerca de la limpieza.
O sea, grandes abanderadas, quisieran o no, durante siglos y siglos de ocuparse de la limpieza de los hogares, ¿no? Por ejemplo, mi suegra dice que algo que aguanta mucho la suciedad, dice que es muy sufrido.
Sí, eso lo dice también mi madre.
Muy sufrido.
Y mi abuela, me encantaba, mi abuela canaria, decía, cuando algo todavía no le eches a lavar, que eso está a medio suciar.
A medio ensuciado.
A medio suciar.
Luego el otro día me contó Paloma… En el pueblo de mis padres hay una palabra muy bonita para eso, que es percudido.
Ah, percudido, es verdad.
Sí, que está como ya un poco maleado por el tiempo, por la suciedad, pero no está del todo sucio.
Claro, que en realidad es como si estuviese, como si fuese una percusión, como si estuviese percutido por la suciedad, como golpeado.
No sé si viene de ahí, son estas etimologías inventadas que me encantan.
Tiene toda la lógica.
Sí, pues el otro día me contó Paloma una amiga que tiene unos amigos que a la mugre de la uña la llaman luto.
¡Onda! El luto de la uña, que me parece precioso.
También sí.
Y luego hay un refrán en quechua que así es, que significa, esta Navarro que no me invitó ni a la suciedad de su uña.
Que me parece precioso.
Ni a su luto me invitó.
Ni a su luto me invitó.
Luego los nombres para las manchas, que me parecen preciosos.
Bueno, por supuesto está la costra de suciedad, pero está el lamparón y luego está la condecoración o la medalla.
Yo cuando era pequeña mi padre me decía mucho, en lugar de decirme te has ensuciado con delicadeza un poco, yo supongo como por no ridiculizar mi torpeza infantil, que yo me sigo manchando más o menos igual que cuando era pequeña.
Con la misma torpeza adulta.
Y mi padre me decía, te han puesto muchísimas medallas hoy, ¿no? Y yo me lo tomaba como medio bien.
Campeona de la suciedad y la cochambre.
Sí, totalmente.
Me gusta mucho en el sur de Chile que piñén es la mugre adherida al cuerpo por desaseo prolongado.